Al mediodía del lunes 18 de octubre, en las afueras del ex Congreso, se juntan distintas organizaciones sociales y gremios a manifestarse y conmemorar los dos años del estallido social. Mientras, los convencionales llegan -por otro acceso- para dar inicio a la etapa de redacción de contenidos de la nueva Constitución. En la calle Catedral están la Central Unitaria de Trabajadores, la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales, la Confederación Nacional de Funcionarios de la Salud Municipal, la Red de salud Lo Prado, los familiares de víctimas de trauma ocular y los familiares de los presos de la revuelta. «¡No estamos todos! ¡Faltan los presos!» es el grito en que aúna a todos los grupos.

De los convencionales, Valentina Miranda, Marcos Barraza y Bárbara Sepúlveda se sumaron a las manifestaciones y dialogaron con los distintos grupos hasta que debieron partir a preparar la sesión plenaria que marcaría el inicio del trabajo constituyente.
Fue en esa etapa que, por la calle Catedral, dos dirigentes de la CUT lograron entrar al ex Congreso. Juan Moreno y Erick Campos, el vicepresidente de la central y el secretario general de la central, ambos candidatos a convencionales no electos, querían hablar. Lograron 20 minutos de atención con la mesa de la Convención para plantear «las deudas en materia laboral y saber si hay disposición para una comisión que trate temas laborales».
Marcos Barraza y Carolina Videla también formaron parte del tumulto y estuvieron en el ingreso de los dirigentes al ex Congreso.

Eco Constituyentes
Terminada la sesión en el pleno y previo al trabajo de comisiones, los eco convencionales entraron en escena para desplegar lienzos en el patio. Su idea era conmemorar de esa manera los dos años del estallido social: «Con la fuerza de los territorios», «No a Pascualama», «Chile despertó, no te duermas más» eran las consignas pintadas en las telas.

Diecisiete convencionales se pararon detrás de los lienzos mientras Constanza San Juan (D4) dio un discurso: «Estamos acá, 18 de octubre, para decir que nos volvemos a levantar. Venimos llegando de nuestros territorios con toda esa fuerza y vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para cumplir nuestro mandato y cumplir con las demandas». Camila Zárate (D7) agregó: «Lo que nos viene a decir la revuelta social es que queremos cambiarlo todo, queremos cambiar las reglas del juego. Estamos frente a un modelo neoliberal y profundamente extractivista que depreda nuestros cuerpos y territorios».
Una vez que la presidenta Elisa Loncon agitó la campana que marcaba el comienzo de la etapa de redacción de contenidos de la nueva Constitución de Chile la tensión se disipó adentro y afuera del ex Congreso.
Movimientos sociales

Al cierre de las sesiones en las comisiones un grupo de 20 constituyentes se acercó al punto de prensa junto a Verónica Verdugo, vocera de la Asamblea Nacional de Familiares de Presos de la Revuelta. Los acompañaban Felipe Riquelme, víctima de trauma ocular, y Patricio Bao, adulto mayor víctima de violencia policial durante el estallido social. Fue el momento en que Giovanna Grandón y Cristóbal Andrade recuperaron sus trajes de Tía Pikachú y de dinosaurio.
Tomó la palabra Verónica Verdugo: «Existen 1.042 casos de presos de la revuelta todavía en proceso y más de 800 casos con diferentes medidas cautelares». Exige reparación, verdad, justicia y garantías de no repetición. Patricio Bao explicó su caso: «Defendí a un joven que estaba siendo brutalmente golpeado por un grupo de Carabineros, lo defendí por proteger su derecho a la protesta». En ese momento, las fuerzas policiales dejaron al joven, pero continuaron pegándole al adulto mayor. Felipe Riquelme representa a quienes recibieron perdigones en los ojos: «Hoy es un día de recuerdo, un día de memoria y un día a recordar que todavía hay impunidad en Chile y que la convención constitucional es la esperanza para un mejor Chile».
Mesa ampliada
Elisa Loncón, Pedro Muñoz, Lorena Céspedes y Elisa Giustinianovich se acercaron al punto de prensa. Con ánimo conciliador, la presidenta expresó: «Estamos muy emocionados por llegar a esta etapa y comunicarles que es nuestra decisión el diálogo fraterno, democrático, participativo e inclusivo para escribir la nueva Constitución».

Gustinianovic entregó un compromiso «intacto» con las demandas del estallido social y de inmediato denotó un cambio de ánimo: «esa justa rabia», dice. Se le preguntó por las críticas que han caído desde la derecha respecto al inicio de esta etapa de redacción que se hizo coincidir con el segundo aniversario del estallido social: «Es un hecho que el proceso constituyente que estamos viviendo se inicia con el estallido social, le guste o no a la derecha. Le guste o no a la derecha vamos a cambiar la Constitución que han defendido durante décadas. Le guste o no a la derecha este proceso se abre con un 80% de aprobación de los pueblos».
Loncon entonces volvió las aguas al agradecimiento: «Es un regalo de la historia y los invitamos a celebrarlo democráticamente y ser parte del diálogo». Δ