En medio de las últimas definiciones sobre el proyecto de nueva Constitución, mañana 23 de junio será el turno de la Comisión de Preámbulo ante el Pleno de la Convención Constituyente, que votará el texto introductorio de cuatro párrafos. Si bien dentro de la Comisión existe consenso para aprobar, no existe certeza de que pueda conquistar los 103 votos necesarios en el hemiciclo.
Los 15 encargados de redactar estas primeras palabras de la propuesta constitucional pertenecen a Renovación Nacional, Independientes No Neutrales, Colectivo Socialista, Frente Amplio, Pueblo Constituyente, Colectivo del Apruebo, Coordinadora Plurinacional y escaños reservados. La propuesta que aprobaron en general tuvo el apoyo de la mayor parte de la Comisión, incluso de la derecha, pero no dejó conforme a algunos convencionales que se desmarcaron y propusieron indicaciones que no fueron aprobadas, principalmente Lisette Vergara, Carolina Videla y Fernando Salinas.
Aún con estos desacuerdos, emitieron el informe al Pleno. En los últimos días se ha gestado un ambiente dispar en cuanto a la voluntad de aprobar. Algunos colectivos aseguran que el enfoque del preámbulo no es representativo, y otros que no considera a todos los grupos de la población. Por ejemplo, desde los escaños reservados la postura es dividida principalmente porque algunos representantes esperaban que se hiciera algún tipo de alusión a los pueblos indígenas, materia que no considera el texto propuesto.
Luis Jiménez (aymara) asegura que “se respetará el acuerdo transversal de la comisión, por lo que no tenemos mayores discrepancias respecto del resultado de la comisión”. La Coordinadora Plurinacional presenta los principales reparos e indican que “están evaluando la aprobación ya que la extensión no es la esperada y nos habría gustado haber sido representados”, comentó el convencional Eric Chinga (diaguita).

De acuerdo a lo que decidió la CC a inicios de junio, cada párrafo de la iniciativa será votado de forma separada. Con esta consigna, es posible que se aprueben sólo algunos párrafos, lo que para la Comisión de Preámbulo estaría lejos de ser conveniente ya que se considera como un texto integral. Las principales controversias están en el segundo y tercer párrafo, sobre todo respecto a las alusiones al estallido social.
Convencionales del Colectivo Socialista explican que si bien es importante la crisis social que institucionalizó el proceso constituyente, antes del 2019 también existieron esfuerzos ciudadanos por iniciar un cambio constitucional. Desde la derecha, rechazan categóricamente la inclusión del 18-O, pues validaría la violencia vivida en ese período. Aún así, el RN Raúl Celis matizó que no se mencionan las complejidades que devinieron del estallido, sino que la crisis encontró una salida institucional. El convencional, también integrante de la Comisión, sería hasta ahora el único de su sector en aprobar la iniciativa.
La principal problemática de la votación de mañana es que se juega el todo o nada: será la única instancia de definición ante el Pleno, ya que no se considera remitir a la comisión los párrafos rechazados. La corrección no está en manos de los convencionales, por lo que si el texto no alcanza el quórum, el borrador se quedará sin preámbulo de manera definitiva. También sería posible que solo algunos párrafos se aprueben y en ese caso será la Comisión de Armonización la que tendrá que proponer una salida final y coherente para la introducción del nuevo proyecto constitucional.
A pesar de que tener un preámbulo fue un punto que ha generado altas expectativas, esta mañana la presidenta de la cc, María Elisa Quinteros, desdramatizó la votación al indicar que: “Hay constituciones del mundo que no tienen preámbulo y otras que sí. Será definición del Pleno si es que queda o no, o si pasará de forma parcial.”
Dentro de las cinco indicaciones que se realizaron al texto destacan las presentadas por Ricardo Neumann (UDI), que buscan reemplazar en el primer párrafo la frase: “Nosotras y nosotros, el pueblo de Chile, conformado por diversas naciones”, por: “Nosotros, chilenos de los más diversos orígenes”. Además, incluye una alusión al rechazo a la violencia, tema que ha sido recurrente desde la centroderecha en el proceso constitucional. En detalle, la frase que busca integrar es: “hemos convocado el presente proceso constituyente con la intención de reencontrarnos en una comunidad pacífica y fraterna, capaz de resolver sus conflictos de manera democrática, sin justificar nunca el terrorismo y la violencia política”.
Otras de las indicaciones de Neumann que llegan para ser votadas en el Pleno buscan eludir al estallido social del texto y reemplazar el último párrafo propuesto. Ese señala: “De esta manera, en ejercicio del poder constituyente, adoptamos la siguiente Constitución Política de la República de Chile”, por “Dios, la Patria y la Historia juzgarán”. Otras dos indicaciones fueron realizadas por Cristina Dorador con el fin de integrar al texto temáticas ambientales.
La próxima semana serán tres los días destinados a sufragio. El jueves 30 está programado el último Pleno y votación del proceso constituyente.
Restan en total sólo seis plenos deliberativos en la CC antes de la entrega oficial de la propuesta, a realizarse el 4 de julio en una ceremonia de clausura y entrega al Presidente de la República. Esta semana, la Comisión de Armonización también presentará su informe ante el Pleno el viernes, deliberación que podría extenderse hasta el sábado 25, pero sin realizar votaciones. La próxima semana serán tres los días destinados a sufragio. El jueves 30 está programado el último Pleno y votación del proceso constituyente.Δ