«Fue un golpe brutal», dijo Marcos Barraza (PC) a eso de las 21:30 horas. La derrota ya era aplastante y definitiva. De manera sorpresiva, el rechazo ganó con un amplio margen de 24% el plebiscito. Ninguna encuesta, a pesar de entregarle continuamente el triunfo al rechazo, pudo prever las cifras que hoy marcaron la jornada con un 61,87% de los votos favorables a negar la propuesta, mientras que el 38,13% fue a la opción contraria.
El jueves 1 de septiembre el apruebo había recibido un envión anímico en el cierre de campaña, con medio millón de personas se reunieron en la Alameda. Pero hoy, en la intersección de las calles París y Londres, también en el corazón de la capital, en el comando del apruebo reinaba la ansiedad y el secretismo.
Ex convencionales constituyentes, diputados, senadores y personeros políticos afines se reunieron luego de votar, para esperar el conteo de votos. Todas las calles aledañas al barrio estuvieron cerradas y recién a eso de las 16:30 horas comenzó el movimiento de cámaras con la vocería de la diputada Karol Cariola (PC), figura central de la campaña del apruebo: «Nuestro país hoy gana, el rol que estamos jugando los y las chilenas para discutir una nueva constitución son elementos muy importantes para la democracia de nuestro país. El diálogo tiene que seguir adelante. El proceso constituyente que hemos vivido une a Chile».
Media hora después, en la carpa instalada en la calle París, una televisión comenzaba a anunciar los cómputos en la casona de Londres 43. La región de Magallanes y la Antártica, al tener una hora menos que en el resto del país, cerró sus mesas antes y dio por ganador al rechazo.

Mientras seguía el conteo en el resto del país, y cada mesa escrutada definía el triunfo del rechazo, ningún vocero salía de la carpa ni del edificio perteneciente al PR. El comando tuvo sólo un momento de esperanza y celebración con el primer cómputo del Servel, entregado casi a las 19 horas, le entregaba el triunfo preliminar al apruebo con 52% de las preferencias. Se escucharon gritos y vítores desde la carpa pero luego de esas cifras, el silencio reinó. Sólo cámaras y prensa deambulaban por el lugar.
Frente a la expectación y la reserva del comando del apuebo, el rechazo daba otras señales desde el Hotel Nodo de Providencia, con varias vocerías para celebrar el triunfo. Finalmente, cuando ya sólo restaba asumir la derrota, Flavia Torrealba, presidenta de la Federación Regionalista Verde Social y delegada del comando del Apruebo, apareció para entregar las primeras impresiones.
«Esperamos que la derecha cumpla con lo prometido y tome el documento para reformar lo que se considere necesario y se haga cargo de los derechos que se consagraron en la propuesta». Flavia Torrealba, delegada del apruebo.
«Hay espacio y serenidad para seguir. Esperamos que la derecha cumpla con lo prometido y tome el documento para reformar lo que se considere necesario y se haga cargo de los derechos que se consagraron en la propuesta constitucional», dijo Torrealba. A ella le siguió en fila todo el comando del apruebo que se refugiaba en la carpa. «Uno como persona de izquierda nunca puede estar apenado por la expresión de la voluntad popular», explicó Jaime Bassa, ex vicepresidente de la Convención Constitucional. «Esta derrota no admite matices. A pesar de que el texto constitucional responde a demandas importantes como la paridad, la igualdad en el trabajo, la universalidad de salud y educación de calidad, algo pasó en esta campaña», indicó el abogado constitucionalista.
Sólo algunos ex convencionales se quedaron para admitir la derrota. Otros como Ricardo Montero (PS) y Adriana Cancino (PS), salieron del lugar antes de entregar cualquier impresión. Bassa explicó, a modo de autocrítica, que «la propuesta no logró enganchar con la ciudadanía, pero como se ha dicho por todos los sectores políticos, la convención sigue su curso. Ese insumo no se va a perder», comentó. Y cerró: «Me quedo con la sensación amarga, hubo un trabajo importante de parte de la CC».
«Son demasiadas las tensiones que existen en el país y se pueden acrecentar los quiebres y las rupturas si no contamos prontamente de una nueva constitución». Marcos Barraza, ex convencional (PC).
El semblante del ex convencional Gaspar Domínguez (MSC) era similar al del resto, denotaba decepción y cansancio. Pero con la tranquilidad que caracteriza al vicepresidente del segundo período de la CC, reconoció que «no es el resultado que deseábamos ni el que esperábamos. Tenemos la responsabilidad de aceptar con humildad lo expresado en las urnas. Todos tenemos la responsabilidad de aceptar el mandato popular y ahora le queda al Congreso y al Presidente seguir con la responsabilidad».

Marcos Barraza, una de las caras más visibles del Partido Comunista dentro de la CC, explicó lo que a su juicio es la razón de los resultados: «Hoy se impuso la mentira, el odio y el miedo, se distorsionó la realidad con respecto al contenido del texto. Son demasiadas las tensiones que existen en el país y se pueden acrecentar los quiebres y las rupturas si no contamos prontamente de una nueva constitución». Aún con un claro sabor amargo, Barraza cerró: «Nunca pensé que la campaña del miedo y del odio iba a calar tan profundamente, fue un golpe brutal».