La Convención, en su afán de mejorar el factor comunicacional, un agente crítico desde el primer momento, inauguró el 6 de mayo un programa semanal de media hora. Se llama «Aquí C Conversa» y se presenta con la idea de ser «un puente entre los convencionales y los ciudadanos y ciudadanas». A cargo de la conducción están los periodistas Lucía López y Werne Núñez. El responsable final es el cientista político y actual director de Comunicaciones Estratégicas de la CC, Nicolás Fernández.
«Aquí C Conversa» se emite por streaming y es subido al YouTube oficial de la CC los días viernes. En términos de formato fue concebido como una especie de magazine, en el que los conductores buscan, apelando a la cercanía, abordar desde distintos ángulos al menos dos elementos: la cocina constituyente y el acercamiento a algunos contenidos que han sido discutidos durante los Plenos y que dieron forma al borrador, que quedó listo en su versión en bruto el sábado 14 de mayo.
«Aquí C Conversa» se emite por streaming y es subido al YouTube oficial de la CC. Fue concebido como una especie de magazine, en el que los conductores buscan, apelando a la cercanía, abordar elementos como la cocina constituyente y contenidos que han sido discutidos durante los Plenos.
En estos capítulos se ha abordado desde el (inexistente) casino o dónde comen realmente los convencionales hasta las maderas del hemiciclo. En ese recinto un Pleno muy severo fue rechazando la mayor parte de las propuestas de norma que en estos meses dieron carne para titulares de prensa. Por ejemplo, la nacionalización total de la minería, que fue presentada en la comisión temática de Medio Ambiente y que no superó la exigente tasa de los 2/3.
Desde lo que se ve en pantalla, a «Aquí C Conversa» pueden echársele en cara ciertos detalles que en televisión son imperdonables (e imposibles). Por ejemplo una cortina de entrada de 3 minutos y 48 segundos para el capítulo 2. También la pobreza de la puesta en escena, que acude a una vieja televisión análoga de allá por los años 70 del siglo pasado para vestir un espacio audiovisual desarrollado en plena era digital. También tiene fallas televisivas clásicas: los GC equivocados.
Pero los verdaderos problemas no son realmente esos: lo formal siempre puede perdonarse. La real falla es la falta de cuidado (o quizá de preparación) en los contenidos. ¿Algún ejemplo? Sí, uno. Y bien serio.
Es cierto que vale la pena presentar a quienes han trabajado en el borrador. Pero también lo es que ese es un ejercicio que debió hacerse hace un año, cuando los constituyentes partieron este viaje para construir una propuesta. Hoy lo que importa de verdad son las normas que están listas.
Por mucho que sea de «los nuestros» y por más que este espacio busque el encuentro de «la casa de todos» que tanto se pide a la CC, el convencional Bernardo Fontaine (independiente por RN), abordado por Núñez en el primer capítulo, debió ser contrastado por una controvertida portada de Las Últimas Noticias respecto de las AFP. Menos como un interrogatorio agresivo -¿para qué?- pero más como un por qué. Cierto es que esta semana su causa se sobreseyó en la Comisión de Ética, pero el constituyente estaba bajo un proceso ético cuando fue abordado por «Aquí C Conversa».
Puede ser que este mismo espíritu de cercanía lleve a que cada contacto con las personas clave de este proceso, que son los convencionales y a quienes se imagina uno «Aquí C Conversa» tiene acceso privilegiado, sea muy liviano. Es cierto que vale la pena presentar a quienes han trabajado en el borrador. Pero también lo es que ese ejercicio debió hacerse hace un año, cuando los constituyentes partieron este viaje para construir una propuesta. Hoy lo que importa de verdad son las normas que están listas.
En ese sentido, quizá la sección -de varias- más atractiva sea El Glosario Constituyente, que toca palabras o conceptos que atraviesan el corazón de este proceso. En el capítulo de hoy se explicó en breve a qué se dedican las tres comisiones que están operando desde esta semana y tienen la tarea de cierre: Armonización, Transitorias y Preámbulo.
Una de las obsesiones del espacio parecen ser las fake news, definidas como «contenido falso o errado, emitido a veces por equivocación, a veces intencionadamente». Un segmento dedicado a ese material fue, quizá, lo mejor del primer capítulo. Menos por la escasa profundidad del desmentido y más porque al menos revela un intento de abordar -otra vez- los contenidos, lo que se aprobó.
Las propias encuestas callejeras de la sección Encuesta Flash lo revelan: los ciudadanos de a pie, en efecto, necesitan información veraz, rápida y útil. Por lo mismo, ahí esta probablemente la gran oportunidad de este espacio.
Por aquello de los datos falsos o a medias que han circulado, supone uno, será que el llamado permanente del programa es a informarse por los canales oficiales. La quintaesencia del periodismo explica que lo oficial es muy resbaladizo, porque obvia todo aquello que la fuente oficial quiere ocultarte. Eso hace muy complejo que un espacio que propone una visión desde lo periodístico llame a acudir sólo a las fuentes oficiales. Dicho eso, es cien por ciento cierto también que la información oficial es una de las telas obligatorias para ayudar a entender ese ente complejo, múltiple y diverso que es la realidad: aunque no puede ser la única, tampoco puede obviarse.
Las propias encuestas callejeras de la sección Encuesta Flash lo revelan: los ciudadanos de a pie, en efecto, necesitan información veraz, rápida y útil. Por lo mismo, ahí esta probablemente la gran oportunidad de este espacio. Hay que entregar información útil, que no son las salidas a hablar con los camareros de El Rápido, sino aquello que atañe -de nuevo- a los contenidos que deberemos votar en septiembre. Al ser parte de la Convención, «Aquí C Conversa» tiene una tremenda oportunidad para eso.
¿Qué hacer? Probablemente perseverar en la búsqueda de profundidad. Dar con el cómo entregar valor de modo amplio, ancho, sencillo y contundente. La tarea es nada de fácil, qué duda cabe, y por lo mismo quizá sirvan un par de apuntes.
¿Qué hacer? Probablemente perseverar en la búsqueda de profundidad. Dar con el cómo entregar valor de modo amplio, ancho, sencillo y contundente.
Mejorar el despliegue audiovisual (la tele, aunque sea digital, obliga a ser muy creativos). Aumentar los contenidos divulgativos del borrador, apostando por meter el dedo en aquello que es más cercano a la épica ciudadana que llevó a este proceso. Y pegarse el salto: este programa, que ha ido afinando la puntería en estas semanas, haría un gran aporte si fuera todos los días, si lograra -¿por qué no?- difusión en pantalla abierta y si en vez de hacer entrevistas amables a convencionales generalistas apostara por los especialistas.
El propio Christian Viera, por ejemplo, que confiesa en pantalla algo que, al conocerlo durante estos meses de Plenos, uno imaginaba: ha tenido este año el trabajo soñado. Habiendo sido profesor de derecho constitucional toda su vida, se dio de frente con la posibilidad -escasa y única- de poner en práctica la teoría al estar escribiendo una Constitución. Como él hay varios y varias más a los que estrujar: pueden enseñar, deben enseñar. Ese es el estándar para un programa como éste y, del mismo modo que pasó con el borrador, a la CC no se le puede pedir menos. Δ