Entre las audiencias de este lunes en la Comisión de Derechos de los Pueblos Indígenas surgió el nombre de un intelectual que es referente al hablar de plurinacionalidad, poder y colonización. Un hombre que ha estudiado de forma profunda procesos políticos en Brasil, Colombia, Cabo Verde, Sudáfrica, Bolivia, Ecuador y Chile. Se trata de Boaventura de Sousa Santos, sociólogo portugués, académico y doctorado en Yale, quien expuso a través de internet.
Uno de sus énfasis fue el Estado plurinacional: «Es una condición necesaria, no suficiente, pero necesaria para profundizar la democracia», dijo. Agregó: «Desde un punto de vista ambiental y democrático es fundamental». Dio casos prácticos. Por ejemplo, cuando el Estado prepare un plan económico, debería incluirse la plurinacionalidad evitando que se perpetúe el criterio «monocultural y eurocéntrico». De todos modos, asume que es un proceso altamente complejo: a los representantes del poder tradicional -afirmó- «no les gustan términos que no controlan».
«No me sorprende la resistencia (al proceso constituyente), porque Chile ha sido un país protagónico en la imposición neoliberal y eso se combina con toda la tradición colonial; ahora estamos en un período de recolonizacion». Boaventura de Sousa Santos, sociólogo portugués.
Al referirse a otro de los ejes de su obra, las consecuencias de la colonización en América Latina, dijo: «Hablo con sentido de responsabilidad histórica, porque soy portugués. Portugal y España recibieron en 1550 del Papa el derecho a matar, destruir, hacer todo lo que quisieran básicamente. Es un derecho brutal». Vinculó este proceso de cinco siglos con los elementos presentes -a su juicio- en el caso chileno: «No me sorprende la resistencia (al proceso constituyente) porque Chile ha sido un país protagónico en la imposición neoliberal y eso se combina con toda la tradición colonial; ahora estamos en un período de recolonizacion».

Su mirada también considera contextos más inmediatos que influyen en el trabajo de la CC: «Tiene una presión enorme, una presión mediática y una polarización que no necesariamente es mala. Es lo que está sucediendo en muchos países (…) Chile está en un punto de bifurcación, puede ir para un lado o para el otro. Hay que luchar para ganar esa batalla, que se creen las condiciones políticas y que la Convención siga su trabajo abierta al público, para que la gente sepa lo que está pasando. En otros procesos las personas no sabían lo que estaba pasando y se desconectó. La devolución a las comunidades es muy importante», apuntando a un tema que los convencionales han intentado subsanar con la semana territorial, pero que aún mantiene flancos en la cercanía del trabajo de la Constituyente respecto a la ciudadanía.
«Los pueblos originarios son los guardianes de la biodiversidad, de la protección de la Madre Tierra».
Boaventura de Souza Santos destacó insistentemente el rol de los pueblos originarios, más allá del simplismo de las postales y los buenos deseos: «Reparar el pasado es la mejor manera de garantizar el futuro. Los pueblos originarios son los guardianes de la biodiversidad, de la protección de la Madre Tierra (…) Las relaciones establecidas por los pueblos originarios han creado las condiciones para que el mundo pueda sobrevivir y eso es bueno para todos. Debemos buscar cómo se garantizan esos derechos y que los pueblos sigan indicando al futuro».
Su propuesta incluye consensos y alianzas entre las comunidades indígenas rurales y urbanas, junto a la clase media y los jóvenes. «Los pueblos originarios son los aliados naturales de la juventud en esta lucha por un manejo más humano con la Madre Tierra».
El hecho de que el proceso constituyente se dé en un escenario de emergencia climática, como la misma CC ha definido, representa un impulso para el experto portugués: «Están intentando financierizar la naturaleza, financierizar el agua. Por eso esta Convención es contracorriente y como tal tiene muchos opositores. Pero vale la pena, es una lucha importante». Δ