Por Rodrigo Córdova y Jessica Herrera
Cumplida la primera vuelta presidencial. Dos candidatos que postulan a La Moneda 2022. La certeza, a partir de datos conocidos, es que existen profundas diferencias entre el uno y el otro –José Antonio Kast y Gabriel Boric Font– en cuanto a disposición y opinión sobre la Convención Constitucional. ¿Importa? Sí. Y mucho. Porque este proceso, cuya fecha de salida está calculada para la semana del 27 de junio y 1 de julio del próximo año, requerirá diálogo con el nuevo inquilino de Palacio. Es más, será el Primer Mandatario quien, tras recibir el documento final con la propuesta de nueva Constitución chilena, deba hacer la convocatoria a plebiscito de salida. Tiene 60 días para eso.
El nuevo Presidente será quien convoque al plebiscito de salida de la Constituyente. Tendrá 60 días para hacerlo después de recibir el texto de propuesta que le entregue la Convención. Se calcula que será entre el 27 de junio y el 1 de julio de 2022.
El candidato republicano José Antonio Kast ha sido claro. Ve «muy mal el funcionamiento de la Convención”. Es crítico al indicar que, si bien su representación es diversa, “no es representativa”. Para Kast, el tiempo para redactar la nueva Constitución es “demasiado largo”. Y ya dijo que si él llega a ser el nuevo Presidente de Chile no habrá “más plazos ni más recursos para la Convención”.
Kast cree -según publicó La Tercera- que la Constitución actual es un “instrumento que ha permitido convertir a Chile en el país más exitoso de Latinoamérica». Según él, una nueva Constitución «redactada al alero de los abusos de la violencia callejera, por los mismos políticos que no han sabido defender a los chilenos en los últimos 20 años, no será más que una falsa promesa». Su programa, de más de 200 páginas y basado en el libro «Ruta Republicana», no dedica espacio a la Convención, aunque sí al papel fundamental de la Constitución para las y los chilenos.
Con esta elección, los plebiscitos dirimentes se murieron; la derecha tiene la mitad del senado y por lo tanto no va a haber acuerdo para que se puedan hacer. La petición de la CC se rechazará y así con otras materias similares», Jorge Schaulsohn
Las declaraciones en el Encuentro Nacional del Agro, al que también fueron convocados los otros candidatos, iluminan la disposición que Kast tiene sobre la Constituyente. Afirmó que, de ser electo Presidente de Chile y si la propuesta de nueva Constitución «es mala», trabajará para que gane el Rechazo en el plebiscito de salida. Pero también aclaró: «Si el proyecto es bueno, no tengo ningún problema en trabajar para que se apruebe y podamos cerrar el ciclo de la discusión constitucional».
En total contraste, las declaraciones de Gabriel Boric han sido de apoyo y compromiso. El candidato del Frente Amplio fue parte del acuerdo del 15 de noviembre que impulsó el plebiscito por una nueva Constitución. Previo a la instalación, el candidato de Magallanes entregó su disposición al proceso constituyente “reconociendo su autonomía” y “el protagonismo de los pueblos y de constituyentes elect@s” .
El 4 de julio, cuando se inauguró la CC, también entregó un mensaje “de esperanza y de apoyo”. Dijo que si es él quien está en el Gobierno, “va a respetar plenamente su autonomía» y a «fomentar la participación ciudadana». «Entregaremos todos los recursos que sean necesarios para asegurar su funcionamiento”, comentó.
Quien sea que gane la elección va a tener que respetar la Constitución, implementarla y llevar a efecto el plebiscito, sea cual sea su postura política», Denisse Sepúlveda, doctora en Sociología
En su programa de gobierno establece tres compromisos que van en función de un óptimo desarrollo y vinculación administrativa con la CC: gestión e infraestructura, facilitar la participación ciudadana y generar una agenda de transformaciones para implementar acuerdos. Declara, por ejemplo, que se informarán de «forma pedagógica los contenidos y el sentido de la propuesta de la nueva Constitución, con el objetivo de transformar este proceso en una verdadera escuela de formación cívica y democrática”. Finalmente, promete que su Gobierno impulsaría «todas aquellas acciones necesarias para ponerla en vigencia, de forma responsable, respetando el Estado de derecho».
Visión de análisis
El abogado constitucionalista de la Universidad Alberto Hurtado Tomás Jordán es claro. Cree que la primera vuelta tiene una repercusión en la Convención: «Necesariamente, porque sus miradas sobre el proceso constituyente son totalmente disímiles. Boric apoya y ha apoyado el proceso de cambio constitucional desde el acuerdo de paz y antes. Kast es del rechazo”, dice.

La distancia ideológica entre un programa “de izquierda y otro de derecha extrema” trae consecuencias directas a las relaciones internas y externas de la Convención, afirma Jordán. Y apunta a declaraciones como la del vicepresidente Jaime Bassa, quien se manifestó en Twitter apoyando a Boric. Jordán dice: “Va a tensionar la relación que hay entre izquierda y derecha, que es minoría en la Convención”.
Según él, esta también podría verse afectada a la elaboración de normas constitucionales en el caso de que José Antonio Kast sea presidente: «Sería un error insistir en una Constitución que concilia un proyecto más de izquierda, por cuanto se necesita una derecha que apoye la Convención y el apruebo de salida. La capacidad negociadora que tenga la derecha moderada y la centro izquierda debería aumentar”.
Jordán explica que en ese caso las normas de la Convención deberían moderarse hacia el centro porque las elección de alcaldes y parlamentarias no cuentan con el mismo mapa político que la CC. «Todo lo que ellos diseñen puede caer en la política regular, en la política no constituyente. La norma constitucional tendrá que involucrar un acuerdo político más amplio”.

Jorge Schaulsohn es abogado, ex diputado del PPD y analista. Considera que el resultado de las primarias tendrá muchas consecuencias en el comportamiento de la CC: “Si Kast es presidente, si tenemos un gobierno de derecha, claramente será un gobierno hostil con la Convención”. Eso, según él, no significa que Kast intente derrocar u obstruir el trabajo de los convencionales, pero sí que “no va a dejar pasar ninguna de las transgresiones que han ocurrido con respecto a las normas constitucionales que la regulan”.
Como ejemplo toma los plebiscitos dirimentes. Durante la primera semana de octubre, la CC aprobó la posibilidad de convocar plebiscitos cuando las propuestas de normas constitucionales no alcancen el quórum de dos tercios de los convencionales en ejercicio: “Con esta elección, los plebiscitos dirimentes se murieron. La derecha tiene la mitad del Senado y, por lo tanto, no va a haber acuerdo para que se puedan hacer. La petición de la CC se rechazará y así con otras materias similares”, afirma.
Para Schaulsohn, en los resultados obtenidos por Gabriel Boric, ha sido determinante la visión de la ciudadanía sobre el trabajo de la Convención: “El rol que ha jugado la CC ha ido mucho más allá de lo que le corresponde. Prácticamente ha actuado como un apéndice de Apruebo Dignidad y ahora tendrá que cambiar y entrar a otra fase”, dice. Añade que los resultados son «un párele y un repudio de la ciudadanía, no a la CC en sí misma, sino a cómo se ha desarrollado”. Schaulsohn está seguro de que a Boric “le habría ido mucho mejor si se hubiera visto que la CC es un lugar donde se debate con seriedad y responsabilidad, con todos los sectores, respetando el debido proceso constituyente, cosa que no ha ocurrido”.

Pablo Artaza, académico de la Universidad de Chile y especialista en Historia Social de Chile Contemporáneo, afirma que este evento se puede mirar desde dos perspectivas. Una es cuánto afectan estas elecciones a la CC y la otra es cómo pudo haber afectado en la primera vuelta.
Respecto del segundo factor, Artaza, cree que «la derecha aprovechó muy bien los errores que pueden haber visto en el ejercicio de los convencionales y a partir de una transmisión pública bravucona de algunos». El académico cree que hay discursos que no mensuran en la forma, lo que se traduce en «la derechización (de los votantes) en función de un posible temor».
Como Schaulsohn, Artaza también advierte que estas votaciones deberían pesar por un posible rechazo al plebiscito de salida: «Ahora los convencionales tienen que tomarse en serio el hecho de construir mayorías y acuerdos más amplios». Para él, los resultados de la primera vuelta del domingo «debería ser un llamado a la cautela».
La doctora en sociología de la Universidad de Manchester Denisse Sepúlveda, ve el panorama más optimista: «Quien sea que gane la elección va a tener que respetar la Constitución, implementarla y llevar a efecto el plebiscito, sea cual sea su postura política». Aún así advierte que no da lo mismo quien llegue a la Moneda ya que sus opiniones sobre la CC son radicalmente opuestas.

La socióloga pone en el contexto la disposición de Boric al firmar el Acuerdo por la Paz del 15 de noviembre y que el candidato ha mencionado en repetidas ocasiones que «respetará la nueva Constitución». Por otro lado, dice Sepúlveda, «José Antonio Kast realizó una campaña por el rechazo a la redacción de nueva Constitución, además ha mencionado varias veces mantener la constitución actual redactada en el periodo militar, lo que pondría en jaque el avance del proceso constituyente». El diálogo y el respeto por los cambios que la CC implemente son los factores dominantes para que la nueva Constitución «salga adelante». Y, por tanto, quien salga electo no da lo mismo para el éxito de la CC. Δ