Rodrigo Córdova y Jessica Herrera
Comunidades indígenas, centros de estudios y expertos han expuesto sobre la crisis climática frente a la Comisión de Medioambiente de la Convención. Pero nada como las vivencias personales para conocer y respirar una realidad. Por eso, 19 convencionales, encabezados por los coordinadores Camila Zárate y Juan José Martin, viajaron casi 200 kilómetros para recorrer dos humedales urbanos de la provincia de Concepción: Calabozo y Boca Maule. Además visitaron el estero El Manco que provee de agua a estos ecosistemas.

¿Por qué es importante? Los humedales son cuerpos acuáticos vitales para sostener la biodiversidad. Según la definición que hace el Ministerio de Medio Ambiente en su Plan Nacional de Protección de Humedales 2018 – 2022 “son ecosistemas que entregan beneficios fundamentales para la vida sobre la tierra. Proveen de agua dulce, alimentos, recursos, controlan las crecidas y representan la recarga de aguas subterráneas”. Son el hogar permanente o de paso de muchas especies animales y vegetales, lugares en donde el agua y la tierra se juntan y crean un hábitat específico.
Chile cuenta con más de 20 tipos de humedales y, si bien no hay consenso respecto al número total, en extensión se aproximan a 4,5 millones de hectáreas en territorio nacional, lo que equivale a 52 veces la superficie de Santiago. O, dicho de otro modo, cerca de un 6% de la superficie nacional. Más datos: se calcula que en Chile existen cerca de 40 mil humedales y de esos 1.473 son urbanos.
¿Y si están en distintos lugares del país por qué es importante visitarlos en la visita al Biobío? Porque Coronel, junto con Valdivia, es la comuna con el mayor número de humedales en el país. Y pese a la ley que, desde 2020 los protege, aún están amenazados por factores humanos.
En Chile hay 4,5 millones de hectáreas de humedales. Eso equivale a 52 veces la superficie de Santiago. Las cifras son del Ministerio de Medio Ambiente.
Junto a la comunidad mapuche Huenullaca, que fue reconocida en noviembre del 2020 pero habita en la comuna de Coronel desde 1856, la Comisión de Medio Ambiente recorrió el humedal Calabozo, el estero El Manco, el humedal Boca Maule y el borde costero. Calabozo es el más extenso de Coronel y uno de los más grandes de la región, con 330 hectáreas. Boca Maule es uno de los lugares naturales más importantes, según la municipalidad, pues atraviesa la ciudad de oriente a poniente, con una superficie aproximada de 65 hectáreas.
Estos humedales urbanos no sólo traen beneficios a los ecosistemas que ahí se encuentran, sino que también a las mismas localidades. Según estudios del Ministerio del Medio Ambiente, los humedales conservan emisiones de CO2, regulan procesos atmosféricos y climáticos y además controlan las crecidas marítimas y aluviones. En definitiva, pueden proteger a los territorios que están cerca. Por eso, levantar las alertas sobre las amenazas a los humedales es urgente. En Coronel, su existencia está en peligro por el desabastecimiento de agua por factores antrópicos, es decir resultantes del accionar humano.

El estero El Manco es una cuenca natural en la Cordillera de Nahuelbuta. Hace unos años era el proveedor principal de agua de los humedales Calabozo y Boca Maule. Sin embargo, según el Observatorio Ecológico de Coronel, “ha sido rellenado en los últimos años por la actividad industrial, portuaria y energética, lo que ha encauzado su trayectoria en forma directa hacia su desembocadura al Océano Pacífico”. En palabras simples, le hace un bypass los humedales y deja de entregarles agua.
El presidente de la Agrupación Ecológica Patagónica, Humberto Gómez, indica que otro de los riesgos asociados a los humedales es la falta de información del Estado sobre cada ecosistema, que puede también ser un peligro para la población. «Cuando el Estado no es capaz de recabar datos, se deben entregar recursos a las ONG o a las empresas privadas como incentivos para que todos nos ayudemos a saber si es posible construir en zonas de humedales y solucionar los problemas entre todos».
«Si dentro de la ignorancia de los antecedentes del lugar construimos en un humedal, lo más probable es que tengamos una población completa inundada o que se pueda hundir o colapsar». Humberto Gómez, presidente de la Agrupación Ecológica Patagónica.
«Si dentro de la ignorancia de los antecedentes del lugar construimos en un humedal, lo más probable es que tengamos una población completa inundada o que se pueda hundir o colapsar», advierte Gómez, quien añade que la planificación urbana ha sido errónea en muchos sectores: «Hay muchas situaciones que podríamos evitar si respetamos la ecología y topografía del lugar. Por algo la naturaleza destina lugares que sirven como contención, como turbal o humedal pero por lucas, temas inmobiliarios o de economía de caminos utilizamos estos sectores que luego colapsan».
El convencional Nicolás Núñez (D16) estuvo en los humedales de Coronel y cuenta: «Hay una agrupación ambientalista con vecinos del lugar que protegen los humedales y lograron que se declararan como zona protegida. Sin embargo, las autoridades locales, junto con las autoridades del puerto, planean hacer un puente que cruza el humedal. Ese es el conflicto principal ahora». Pese a todas las regulaciones y protecciones que se han implementado, los humedales siguen bajo amenaza y permanecerán en el foco de la Convención. Δ