Una de las tradiciones más propias de la identidad chilena es la once: esa hora de la tarde en que las familias se reúnen para, generalmente, tomar té y compartir una marraqueta. Con esa inspiración surgió una propuesta que busca que la Convención Constitucional llegue a las mesas de todos los chilenos y chilenas. La «Once constituyente» fue creada por 10 organizaciones de la sociedad civil -entre ellas Observatorio Ciudadano, Fundación Ciudadanía Inteligente y Red de Cabildos Penitenciarios, apoyadas por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)- como una herramienta para que los ciudadanos puedan compartir las opiniones que tienen del proceso constitucional, en un entorno cercano y familiar.
“Vamos a promover que existen encuentros en los territorios, donde la gente pueda tomar once y se ponga a hablar de la Convención”, dice Felipe Ajenjo, asesor del área de Gobernanza y Territorio del PNUD. “No le queremos competir a los espacios de discusión institucionales de la Convención, sino decir: ‘vista su encuentro o cabildo de once’. Queremos que haya reuniones donde la gente converse cuáles son las cosas que se han logrado, qué se está votando, qué etapa viene”.
«Queremos que haya reuniones donde la gente converse sobre cuáles son las cosas que se han logrado, qué se está votando, qué etapa viene”. Felipe Ajenjo, Coordinador del área de Gobernanza y Territorio del PNUD.
La idea viene justo en el momento de mayor cantidad de contagios de Covid 19 en el país. Por eso, los organizadores advierten que también hay un formato para realizar una once online. Si se decide de hacer de forma presencial, con las medidas sanitarias respectivas, se puede ingresar a la página de La Once Constituyente. Allí, se inscribe la once en un grupo de 4 a 7 personas, de la misma forma que un cabildo: seleccionar el lugar y la hora, el nivel de escolaridad y si es que el grupo de personas se identifica con algún colectivo. Entre los materiales que se presentan en el sitio incluyen un apartado de preguntas frecuentes e información básica de la CC.
“Queremos mostrar que en cualquier espacio o lugar es posible que nosotros conversemos y nos demos el tiempo de hablar lo que está sucediendo en la Convención Constituyente”, dice Octavio del Favero, Director Ejecutivo de Ciudadanía Inteligente. “Este es un proceso que nos pertenece a todos y a todas. Tenemos la posibilidad de imaginar cómo es el país en un futuro, y por eso mismo debemos hablar sobre cómo está la Convención». Lo conversado, sea de manera virtual o presencual, será un insumo más para la discusión constitucional. “Esto es más bien hacia afuera, para hacer que las personas conozcan más el proceso”, concluye Ajenjo. Δ