El derecho a la comunicación, a la producción artística, a la ciencia, a la tecnología, a los derechos digitales y al reconocimiento a las personas en situación de discapacidad. Esos seis derechos conforman el primer informe emanado desde la Comisión de Sistemas de Conocimiento, que mañana entra a su primer Pleno. La quinta sesión deliberativa de la Convención Constitucional votará en general 30 artículos, tras un amplio trabajo en la comisión, que votó 336 indicaciones.
Si bien las expectativas de pasar la prueba del Pleno son altas, ya ha sucedido que las tensiones aparecen el mismo día de la votación y los resultados cambian a última hora. El trabajo de esta comisión, no obstante, siempre tuvo un nivel de consenso alto y discusión «provechosa», afirman integrantes de los distintos colectivos. Algunas voces de la derecha creen que este buen clima puede deberse a que la discusión no se enfoca en lo que sí existe en la Constitución actual. Son temáticas novedosas para regular y, por tanto, los puntos de tensión no se dan en lo que está consagrado y en lo que falta por consagrar.
Treinta indicaciones fueron aprobadas de manera unánime. Es un récord que ninguna otra comisión ha alcanzado.
Los coordinadores son Ignacio Achurra (Frente Amplio) y Cristina Dorador (Movimientos Sociales). Achurra dice: “Hay harta camaradería. Es una comisión que transcurre con un ánimo de mucho respeto y valoración”. Lo refrendan las votaciones dentro de la comisión: 30 indicaciones fueron aprobadas de manera unánime, un récord que ninguna otra comisión ha alcanzado. La convencional Loreto Vidal (Independiente) agrega: “Ha sido un trabajo colaborativo, interesante, muy respetuoso y dialogante”. Ricardo Neumann (UDI) coincide: «Quiero destacar el nivel de deliberación que ha tenido la comisión. Ha habido un buen nivel de conversación, una capacidad de influir mutuamente en los textos respectivos y eso creo que es raro en la CC. Creo que hay que destacarlo”.

Todo buen clima, sin embargo, tiene un límite: el momento en el que se presentaron las indicaciones. Los convencionales de derecha Ricardo Neumann (UDI), Margarita Letelier (UDI) y Angélica Tepper (RN) llegaron con 200 modificaciones. Pero todos los demás integrantes de la comisión -es decir, 11 personas- presentaron un texto sistematizado que contenía las 70 indicaciones hechas al documento aprobado en general. Sí, todos los demás, que equivalen al 73% de la comisión.
Eso quiere decir que se presentó un documento con más firmas de las que necesita una propuesta para ser aprobada. Neumann quedó descuadrado: “Lamentablemente, todo el ánimo deliberativo se vio un poco perjudicado porque las indicaciones nuestras, que tenían un ánimo de seguir construyendo y aportando a las normas que habíamos aprobado en general, quedaron fuera”.
Los convencionales de derecha Ricardo Neumann (UDI), Margarita Letelier (UDI) y Angélica Tepper (RN) llegaron con 200 modificaciones. Pero todos los demás integrantes de la comisión llegaron con un texto sistematizado que contenía las 70 indicaciones hechas al documento aprobado en general.
Las normas que se refieren al derecho a la comunicación son ampliamente aceptadas, porque se consagra la “diversidad, la libertad e independencia”. Sin embargo, según Neumann, el artículo 6 por ejemplo generará conflicto, porque que define al Estado como garante de la perspectiva de género en la educación mediática.El coordinador Achurra confirma que muchas de las propuestas de la derecha quedaron fuera. Pero matiza: “El informe es representativo en términos generales respecto al espíritu de lo que ellos quieren promover”. Neumann responde: “En parte sí, pero a nosotros nos sorprendió. Obviamente, somos conscientes de que trataron de recoger algunos de los puntos nuestros, pero el nivel de deliberación que llevábamos en el trabajo en conjunto era mucho mejor”. Si bien no fue lo que la derecha esperaba, al final el 60% de las indicaciones hechas por la izquierda fueron aprobadas por unanimidad.
La verdad es que, en cuestión de números, el articulado tiene muchas probabilidades de flotar, en caso de que se reflejen en el Pleno los apoyos que se dieron en la comisión. ¿Hay aprensiones con algunos artículos? Sí, las hay. Existen, según convencionales, algunos que son derechamente mejorables: los que se refieren a los medios de comunicación, los derechos digitales (por forma y no fondo) y los que tienen «un espíritu maximalista», es decir, que se alejan de lo que una Constitución debería regular o no.
«Que la Constitución, a priori, obligue a que todos los medios tengan obligatoriamente una perspectiva, justamente afecta la libertad de prensa, la libertad de información y la libertad de comunicación». Ricardo Neumann
Achurra anticipa una posible tensión en el artículo 3, que prohíbe el monopolio comunicacional: «Espero que se aprueben, porque creo que son súper importantes y por ahí la derecha puede restarse en algunos apoyos. Veremos si es que recibimos el espaldarazo de las otras fuerzas”. El coordinador confía en que, de ser rechazado, ese artículo entrará una vez que vuelva mejorado desde la comisión.Neumann sostiene que el maximalismo va en contra del articulado que garantiza la libertad: «Que la Constitución, a priori, obligue a que todos los medios tengan obligatoriamente una perspectiva, justamente afecta la libertad de prensa, la libertad de información y la libertad de comunicación. Yo creo que hay un punto sensible en relación a ese tema».
Artículo 3.- El Estado fomenta la existencia de medios de comunicación libres e independientes. Se prohíbe la concentración de la propiedad de los medios de comunicación e información. Corresponderá a la ley regular dicha prohibición. En ningún caso se podrá establecer el monopolio estatal sobre ellos.
El gran problema puede estar en la palabra «prohibición», que podría generar problemas conceptuales. ¿Ejemplo? Imagínese que en una pequeña localidad existe solamente un pequeño medio de comunicación y es una radio. Se podría considerar un monopolio. Por tanto, siguiendo la lógica de este articulado, la única opción de control que tendría el Estado sería la prohibición.
Otro de los artículos que podrían quedar fuera, según la derecha, ya que contarían con apoyo de la centro izquierda para rechazar este punto, es la norma 24, que establece el derecho al ocio como mandato Constitucional. Neumann dice: «No hay una oposición de fondo en este tipo de derecho. Estos son derechos que están regulados a nivel legal y, de hecho, están muy desarrollados en el Código del Trabajo”. El convencional acusa que este tipo de articulado “alimenta esta sensación evidente del maximalismo”.
Artículo 24.- Todas las personas tienen derecho al descanso, al ocio y a disfrutar el tiempo libre. La legislación establecerá un límite máximo a la jornada de trabajo y los derechos al descanso semanal y a todos los demás derechos laborales que establezca la Constitución y las leyes.
Convencionales que están más al centro del espectro político creen que por los acuerdos logrados, que tiene altos grados de transversalidad, la propuesta del informe tiene una amplia posibilidad de ser aprobada. Loreto Vidal tiene buenas expectativas, aunque recuerda lo que pasó con el informe presentado por la Comisión de Forma de Estado: horas antes de las votaciones se diluyeron los apoyos. “Creo que no nos va a pasar algo parecido, tengo más esperanzas. Y si eso nos pasa a nosotros, como comisión, estaremos felices porque tenemos disposición para volver a reformular las ideas”. El convencional independiente de derecha Bernardo de la Maza confirma la idea: “En general, creo que varias normas podrán tener los 2/3”. Δ