El segundo tiempo de la Convención Constitucional cumple hoy una semana y ya tiene promesas de la nueva Mesa Directiva, que lideran la presidenta María Elisa Quinteros (D17, 40 años) y el vicepresidente Gaspar Domínguez (D26, 33 años).
Los nuevos líderes constituyentes se enfocarán en al menos tres propósitos: lograr grandes acuerdos, mejorar la comunicación y trabajar de manera metódica. Se trata de tres factores indispensables, porque en este periodo se escribirán las normas constitucionales y hay que llegar a tiempo con ellas. También se realizará la consulta indígena y debe ser convocante. Y finalmente la ciudadanía tendrá que saber qué han estado haciendo sus convencionales, además de conocer los ejes de lo que se votará en el plebiscito de salida, donde se decidirá si el nuevo texto constitucional se aprueba o se rechaza.
No es la primera vez que Quinteros y Domínguez trabajan juntos en la mesa de la Convención. Ella, odontóloga de la Universidad de Talca y doctora en Salud Pública en la Universidad de Chile, antes de ser electa como convencional era académica en la Universidad de Talca. Sus pares convencionales la reconocen como trabajadora, metódica y poco mediática. Destacan su capacidad de comunicar: desde el comienzo del proceso viene publicando completos y muy sencillos resúmenes semanales para su distrito. Domínguez se le parece. Es médico y tiene el mismo magíster que Quinteros. Ha dedicado sus años profesionales al trabajo en zonas rurales. Como parte de la Red Disidente Constituyente, busca visibilizar a las disidencias sexuales. Sus compañeros también le reconocen talento comunicacional: desde el comienzo viene subiendo a las redes videos, infografías y documentos pedagógicos. Su idea es alfabetizar a la ciudadanía respecto al proceso constitucional.
“Había situaciones que mostraban muy poco profesionalismo en el manejo de las comunicaciones”. Eduardo Arriagada, especialista en medios
Recién instalada la CC, cuando la mesa tenía sólo a la primera presidenta, Elisa Loncon, y al primer vicepresidente, Jaime Bassa, no había computadores, internet ni menos protocolo Covid. Entonces, los actuales líderes -expertos en el área de salud- ofrecieron su apoyo para crear el protocolo sanitario. Entre los cuatro lograron despachar el que rige actualmente. Seis meses después se encontraron los cuatro en el cambio de mando.

Lograr una comunicación efectiva con las audiencias y con la prensa para informar sobre los avances y el trabajo realizado ha sido hasta ahora uno de los puntos débiles de la CC. La propia expresidenta Michelle Bachelet se los puso por delante, durante su visita para exponer en la comisión de Sistema Político, el 26 de diciembre pasado: «Comuniquen más lo que hacen, comuniquen mejor», les recomendó.
Para mejorar el flujo, se establecieron nuevos canales de relación con los medios, se asignaron equipos de contacto por comisión y ahora la misma Convención crea su contenido informativo. Antes, cada constituyente comunicaba por separado. Desde Comunicaciones de la Constituyente se explica sobre la actual fase: “No es que a la otra mesa no le importara la comunicación. Pasa que comunicar es el mandato número uno de esta nueva mesa”. La primera reunión de Quinteros como presidenta fue con el equipo de Comunicaciones. Solo después se juntó con Participación Popular y luego con Participación y Consulta Indígena.
El periodista y académico de la Facultad de Comunicaciones de la Pontificia Universidad Católica de Chile Eduardo Arriagada es especialista en industria informativa y manejo empresarial de los medios. Ha seguido el proceso constitucional desde cerca. Afirma que la inversión en comunicaciones fue un acierto en la etapa final de la mesa de Loncon y Basa. Añade, sin embargo, que los resultados no lograron reflejarse a tiempo. “Había situaciones que mostraban muy poco profesionalismo en el manejo”, dice Arriagada, apuntando a frases emitidas por convencionales o al panorama general en torno a la relación con la prensa.
El académico considera que el foco en la información que sale desde la CC habla de un cambio positivo de cara al plebiscito de salida. Cree que el éxito de esa etapa requiere de «una eficiente comunicación”. Este “cambio sano” -como lo define Arriagada- no pasa necesariamente por que los nuevos líderes sean más jóvenes. Se debe, más bien, a que esta mesa está «empezando a actuar pensando en las otras personas y no en su prestigio al momento de tomar decisiones comunicacionales”. Reconoce que la administración anterior tuvo que lidiar con una campaña de desprestigio, pero matiza: “Les pasa a todas las instituciones”. Según él, una alternativa es crear un sistema de desmentidos, que les permita ser más profesionales en materias de comunicación.

Pablo Paredes, magíster en comunicación política y director de la franja electoral del presidente electo, Gabriel Boric, coincide con Arriagada: abordar el factor comunicacional en la Convención es un acierto. Cree, sin embargo, que el foco debería estar en lo pedagógico. Lo define así: «Cómo y qué hace la Convención en el día a día y cuáles son los tiempos para hacer lo que hace». Paredes añade que -como él lo entiende- en la primera etapa «la gente quería una nueva Constitución y la Convención era sinónimo de este nuevo texto». En este nuevo momento, sin embargo, las cosas han cambiado: «Es distinto y hay que explicar con más fuerza qué hacen los convencionales”.
Según Paredes, en el boca a boca, constantemente están apareciendo preguntas de sentido común: ¿Por qué no se han discutido los artículos de la Constitución?, ¿qué han hecho todo este tiempo?, ¿dónde está el texto, si para eso los elegimos? «Sé que se ha hecho muchísimo, pero también sé que está el desafío de explicar, a nivel masivo, los tiempos y el porqué de estos tiempos”, afirma.
“Me encantaría ver a la Mesa, con pizarra explicando (en los matinales de la TV) lo que se va a discutir, los tiempos, etcétera. Son personas muy empáticas e inteligentes. No desaprovecharía sus habilidades políticas y comunicacionales”. Pablo Paredes, director de la franja electoral del presidente electo, Gabriel Boric
Paredes sostiene que Televisión Nacional de Chile, el canal público, debiera tener un rol más decidido en mostrar el día a día en la Convención. Agrega que la pedagogía debería ocurrir «muchísimo más en los matinales». ¿Por qué? «Es el espacio donde me parece mejor que puedan explicar y se debería ir por ellos”, afirma y agrega que -desde su perspectiva- «los personajes de la nueva Mesa» son ideales para esos espacios televisivos: “Me encantaría verlos con pizarra explicando lo que se va a discutir, los tiempos, etcétera. Son personas muy empáticas e inteligentes. No desaprovecharía sus habilidades políticas y comunicacionales”.
Existe un factor que se repite al observar a la actual directiva de la Convención y al presidente electo: la juventud y el origen regional a cargo algunas de las instituciones más importantes del país. Paredes cree que “se puede construir algo genuino, con alianzas de un mundo mayor y otro mundo más joven. Creo muchísimo en eso de las y los jóvenes de distintas generaciones”, dice citando una de las frases de la campaña de Boric.
En cuanto al tema regional propone un equilibrio. Para él, es importante tenerlo en cuenta, pero no se puede olvidar que la mitad de la población vive en la Región Metropolitana: “Hay que encontrar una forma de transmitir lo regional, pero conectarlo con lo popular urbano en Santiago. Ése es un mundo que no se puede dejar afuera y, de alguna manera, es un mismo mundo: el de los que históricamente quedan fuera de las decisiones centralizadas y elitizadas”. Δ