En la sesión inaugural de la Comisión de Principios Constitucionales, Democracia, Nacionalidad y Ciudadanía, cada uno de los integrantes se presentó y dijo, en unos minutos, sus motivaciones para asistir a esta instancia y no a otra de las siete de la Convención. Una de las declaraciones que sorprendió fue la de la presidenta Elisa Loncon: contó que aterrizó en ese grupo de trabajo tras conversar con otros convencionales de pueblos originarios, poniéndose a disposición para elegir en último lugar.
Agustín Squella (Colectivo del Apruebo), convencional del D7, abogado y profesor de Filosofía del Derecho, llevó trabajo adelantado: un texto de 10 páginas con notas y consideraciones sobre el debate para esta comisión, entre cuyas misiones está redactar el primer artículo de la nueva Constitución.
El texto de Squella parte citando la «Mazúrquica modérnica» de Violeta Parra: «El juraméntico jamás cumplídico/
es el causántico del desconténtico. Ni los obréricos ni los paquíticos/ tienen la cúlpica, señor fiscálico».
«El capítulo inicial de las Constituciones acostumbra aludir también al idioma oficial del país y a otras lenguas que se utilizan en él, y a los símbolos patrios como bandera, escudo nacional e himno patrio».
La presentación completa del convenciones se puede leer completa en este enlace. Acá algunos párrafos destacados:
El Cóndor y el Huemul:
«Uno de nuestros futuros debates considerará la posibilidad de que Chile sea definido en la nueva
Constitución como un ‘Estado social y democrático de derecho’, y, en otro orden de cosas, como un Estado plurinacional o solo multicultural. El capítulo inicial de las Constituciones acostumbra aludir también al idioma oficial del país y a otras lenguas que se utilizan en él, y a los símbolos patrios como bandera, escudo nacional e himno patrio. Tratándose del escudo nacional de Chile, en el que aparecen las figuras de un cóndor y de un huemul, es del caso recordar lo que señaló Gabriela Mistral en uno de sus conocidos recados a Chile: ‘la historia de nuestro país se parece más a un cóndor carroñero que a un pacífico y sensible huemul, a raíz de lo cual pidió ‘menos cóndor y más huemul’”.
«Antes de enunciar principios, el capítulo podría reconocer que la dignidad humana es el principal valor de nuestro ordenamiento jurídico».
Capítulo 1: Dignidad Humana.
«No habrá reglas en el Capítulo I de la nueva Constitución –sí en otras partes de esta-, y en cuanto a los derechos fundamentales, ellos serán declarados y protegidos en otro de los capítulos del texto constitucional. Lo que sí habrá en dicho capítulo I serán principios y también, posiblemente, con ese nombre o no, valores. Por ejemplo, y antes de enunciar principios, el capítulo podría reconocer que la dignidad humana es el principal valor de nuestro ordenamiento jurídico, diciendo, por ejemplo, lo siguiente: ‘Todas las personas nacen y permanecen iguales en dignidad y en esta se basan derechos fundamentales que se reconocen a todas ellas sin excepción y que exigen tratarlas con similar consideración y respeto, estimándolas como fines en sí mismas y no como medios al servicio de otro u otros, excluyéndose toda forma de dominación’”.
¿Por qué la dignidad?
«¿Por qué la dignidad como principal valor? Porque otros valores –por ejemplo, libertad, igualdad, justicia, pluralismo político– se entienden derivar de nuestra común y compartida dignidad. ¿Por qué hay ciertas libertades cuya titularidad y ejercicio corresponden a todos? ¿Por qué somos iguales? ¿Por qué debemos buscar la justicia para todos? ¿Por qué diferentes y contradictorias ideas políticas tienen el mismo derecho a expresarse en el ámbito público y privado? ¿Por qué los derechos fundamentales adscriben también a todos? Y la respuesta podría ser esta: porque todos nos reconocemos una misma dignidad, es decir, un mismo valor, y esto con independencia de cuál sea nuestra procedencia, biografía, situación presente, éxitos, fracasos, aciertos, errores, o cualquiera otra circunstancia de nuestra existencia particular». Δ