Por Jessica Herrera y Rodrigo Córdova
Eran las 10:00 horas del miércoles 13 de octubre. Los 154 convencionales en ejercicio ya vivían la tercera jornada oficial de contacto ciudadano. Mientras en la Alameda una marcha de profesores cerraba las calles aledañas, dos cuadras hacia el sur, en el colegio San Ignacio de Santiago Centro, la convencional del distrito 10 Giovanna Roa tomaba un micrófono. Iba a responder las preguntas que los estudiantes querían hacerle. Uno de ellos, llamado Benjamín, alumno de segundo medio, actuaba de anfitrión.
Alrededor de 30 estudiantes eran los que estaban, sentados frente a Roa en el patio interior del colegio, participando en una de las actividades de la primera semana territorial de la Convención Constituyente. Algunos atentos, otros en sus celulares, eran acompañados por profesores, que escuchaban de pie y a un costado.
Una de las primeras inquietudes fue directo a la polémica, y por dos: «¿Cómo afectó el escándalo de Rojas Vade a la CC y como afecta el hecho de que tu asesora personal es también hija del convencional Fernando Atria?”. Roa, sin tensión aparente, parecía acostumbrada a abordar ambos temas. Además, ese escenario es probablemente el más inofensivo en comparación con otros de más roce.

Fue sincera. Contó que un día sábado -el 4 de septiembre pasado- se despertó de una siesta para encontrarse con la noticia: su compañero convencional, Rodrigo Rojas Vade, no tiene cáncer, una enfermedad en la que basó su campaña constituyente y por la cuál ella le preguntaba constantemente, preocupada por su estado de salud.
“Fue un impacto para todos, pero creo que la Convención actuó prontamente para hacerle frente a esa emergencia”, explicó a los estudiantes. En cuanto a su asesora, quedó claro que no ve un factor del nepotismo en esa relación profesional que ella y Antonia Atria Fuentes, senadora universitaria y estudiante de sociología en la Universidad de Chile, venían forjando hace años. Sin embargo, contó que tomó medidas: “Está bien que los límites de la política, en cuanto a estos temas, sean cada vez más rígidos. Tenemos que escuchar y actuar acorde a esos límites. Con mucha tristeza, decidimos que ella no podía seguir trabajando con nosotros, pero está bien, era la decisión correcta”.
“Hay una campaña de desprestigio de los medios tradicionales, nosotros peleamos mucho menos de lo que se ve en la tele y en los diarios”.
Luego se dedicó a explicar a los estudiantes en palabras simples lo que significan los plebiscitos dirimentes y los patrocinios, que permiten a los convencionales integrar las comisiones de la CC: “Me emociona estar en un colegio, compartiendo con ustedes y buscando las instancias en que adolescentes puedan participar de la Convención, ya que finalmente este proceso es más para ustedes que para nosotros”.
Una de las profesoras alzó la mano y tomó el micrófono para consultar sobre el rol de los medios y de algunos grupos políticos frente al trabajo de la CC. La respuesta de Roa: “Hay una campaña de desprestigio de los medios tradicionales. Nosotros peleamos mucho menos de lo que se ve en la tele y en los diarios”. Nombró a casi todos los medios que, a su parecer, sólo “muestran conflictos” y producen -explicó- un “sesgo comunicacional que afecta a la opinión pública de la población”.
A pesar de que las preguntas tendían a ser incómodas, Roa parecía simpatizar con la dificultad. Después de todo, los adolescentes sólo expresaron las mismas inquietudes que se oye entre la mayor parte de la población ante el trabajo de la CC. Ellos, además, eran una muestra del creciente interés político de los adolescentes, un interés que ella misma tuvo: Giovanna Roa, hoy de 34 años, fue dirigente estudiantil y participó de campañas políticas, como la de Beatriz Sánchez en 2017.

Al finalizar la actividad, el anfitrión le dio un regalo, que Roa aceptó con un abrazo. Era un chocolate que agradeció comentando sobre lo terrible que iba a ser su día, así que ése era el mejor gesto. Terrible o no, la agenda oficial de Roa para ayer miércoles 13 de octubre no daba abasto. Tras una foto grupal con los alumnos, salió del San Ignacio rumbo a enfrentar cuatro actividades más.
10:30 horas
Según la página web de la Convención, el miércoles 13 Tatiana Urrutia tenía un encuentro con los y las constituyentes del distrito 8 en la Universidad de Santiago. Pero a esa hora de la mañana, la realidad indicaba algo distinto. Este es el diálogo de Rodrigo Córdova con personal de seguridad de esa entidad de educación superior:
—Hola, ¿cómo está? Vengo a la actividad de los constituyentes.
—No tenemos ninguna información de esa actividad aquí. Vaya a preguntar a la puerta 1.
— Ah ya, perfecto. ¿Cuál es esta entrada?
— La 18.
En ningún control de ingreso estaban enterados de la actividad. Tampoco se permitía el acceso a personas externas sin una autorización previa: “Yo sabría si esto se estuviese realizando”, afirmó un encargado de seguridad mientras hacía un ademán indicando la salida.
Pero la actividad sí se realizó. Era una reunión organizada por la convencional Urrutia para coordinar las tareas de los convencionales del distrito para trabajar en forma conjunta. Si bien se publicó en el sitio web de la CC, nunca se notificó que era con acceso restringido: ni público ni prensa estaban invitad@s.
15:00 horas
Fallado el primer intento, la apuesta fue por el segundo, pauteado a esa hora. Tatiana Urrutia anunció en sus redes sociales y también en el sitio oficial de la Convención que realizaría “El día de los Sueños Constituyentes” en la Estación Central. Es una iniciativa que propuso la mesa y que se está haciendo a lo largo de Chile con los convencionales que se sumaron a la idea. Consiste en que los transeúntes anoten qué sueños tienen para la nueva Constitución chilena. Estos papeles serán guardados en el Archivo Nacional como registro histórico de la primera semana territorial de la Convención Constitucional.

Pero a las 15:00 horas del miércoles 13, en realidad Tatiana Urrutia no está en el punto designado para recoger los Sueños. Llega a eso de las 15:20, junto a la convencional independiente por la Lista del Apruebo Bessy Gallardo (D8). Su tarea es entregar los volantes que resumen el trabajo de la Convención hasta ahora e informan respecto a la importancia del proceso. Entre las dos pasan el material a los transeúntes y conversan con ellas y ellos, para que escriban sus sueños.
Gallardo explica que se sumó a la actividad después de salir de la reunión en la Usach. Le pareció una instancia entretenida y provechosa para trabajar coordinadamente: “Ha sido una buena experiencia. La gente la ha recibido súper bien”. Uno de sus focos de trabajo es la población migrante en la nueva Constitución y se sorprende al ver, en terreno, el interés que despierta este tema.
“En terreno la gente nos pregunta a nosotros cómo vivimos el proceso y cómo lo sentimos. Eso habla de una política más humana como la que queremos hacer”. Tatiana Urrutia (D8).
Urrutia cuenta que desde hace mucho quería llegar a la semana territorial: trabajar en el Reglamento la obligó a salir de la política territorial a la que está acostumbrada. Ella milita en el Frente Amplio desde 2013 y es una de las fundadoras de Revolución Democrática. Explica que entiende que la política de la CC es distinta: “En terreno la gente nos pregunta a nosotros cómo vivimos el proceso y cómo lo sentimos. Eso habla de una política más humana como la que queremos hacer”.
Entre el calor y el apuro, los equipos de Urrutia y Gallardo sacan rápidamente la mesa. Quitan el mantel y ordenan los papeles. Tienen que ir a a otra actividad en Maipú. Van a plantar árboles y a realizar cuentas públicas. Luego de eso la agenda contemplaba un consejo político con Revolución Democrática.
17:00 horas
Luego de salir del colegio San Ignacio en Santiago, Giovanna Roa tuvo momentos intensos. Entregó afiches informativos en la feria Población Chile de San Joaquín; asistió a una reunión con Gonzalo Montoya, alcalde de la comuna de Macul, y empezó a finalizar el periplo a las 17:00, en el metro Parque Bustamante en Providencia.

En la intersección de Francisco Bilbao con General Bustamante, Roa se acercaba a los autos detenidos por la luz roja, se presentaba y entregaba los cuatro afiches creados por la CC y que explican el trabajo constituyente. También repetía las frases a los transeúntes que salían apurados del metro y aceptaban conversar con ella. Unos pocos ya la conocen y le hacían preguntas o incluso le pedían fotos. Dos compañeros de apoyo entregaban tarjetas con las redes sociales de la convencional: “Habrá una cuenta pública aquí en el parque el domingo 17, por si quieres venir”, decía una asesora.
Luego de casi dos horas de ese revoloteo entre autos y personas, Giovanna Roa y sus dos compañeros cerraron el evento territorial y caminaron en dirección poniente hacia su siguiente tarea. El 13 de octubre terminó para ella en el mismo consejo político de Revolución Democrática al que también acudió Tatiana Urrutia. Cerraron el evento a eso de la medianoche. Δ