La revelación del ex vicepresidente adjunto de la Convención Constitucional sigue generando repercusiones y cuestionamientos en cuanto a su ética política y moral. A pesar de haber realizado una campaña electoral enfatizando su lucha en contra de la enfermedad con imágenes en hospitalizaciones, y en Plaza Dignidad con un catéter en el pecho, lo cierto es que jamás padeció la enfermedad.
«Yo no creo que esté mintiendo», dice Andrés Reyes. Actor y coach organizacional especializado en comunicación, analiza la emocionalidad y el arrepentimiento de Rodrigo Rojas Vade en el video que subió a sus redes el pasado sábado 2 de septiembre donde confesó no tener cáncer.
El video que Vade ya eliminó de sus cuentas (ahora privadas) fue rescatado por múltiples medios y tuiteros y ha sido un balde de agua fría para la Convención, que ya baraja la posibilidad de reemplazarlo. En esta nota, la confesión es revisada por expertos en comunicación no verbal, análisis del discurso y edición digital, para intentar comprender e iluminar el capítulo más negro de lo que lleva la CC.
Miedo, ansiedad y frustración

Según Reyes, «los gestos, la tensión y sequedad que muestra Vade en la boca y la lengua están asociados con ansiedad, estrés, nerviosismo y frustración». Incluso la respiración se puede transformar en una forma de transparentar el lenguaje no verbal. Reyes considera que, cuando inhala por la boca, Vade demuestra miedo, ansiedad y frustración. Esas emociones serían «los estados más presentes».
El análisis de esta confesión le recuerda a Reyes otro video, publicado hace un año por Martín Pradenas, principalmente por las diferencias que ve entre ambos. «(Pradenas) tenía todo controlado y pauteado, pero aunque Vade intentó pautear no le funcionó, se puso muy nervioso y eso se ve en que se le desordenan las palabras y en sus gestos». Las personas que hablan mucho y son reiterativas en su discurso tienden a estar mintiendo, pero este no sería el caso: «Habla lento y le cuesta encontrar las palabras, se ve bien real», concluye Reyes.
«Puede ser (que muestre tristeza) porque ha ocasionado algún daño o porque su carrera se verá truncada por ésta mentira, el motivo no lo podemos saber, sólo intuir». Sonia El Hakim
«El video no está guionizado. Cuando hablamos en público, tenemos una idea de lo que vamos a decir, pero este no es el caso», observa Sonia El Hakim, directora del Máster en Comunicación no verbal y habilidades directivas de la Universidad Europea Miguel de Cervantes y presidenta de la Asociación Española de comunicación no verbal. Su trabajo consiste en la detección y análisis de mentiras, a través de interrogatorios, investigación psicológica del delito y perfilación indirecta de la personalidad.
En comparación con otros discursos de prensa de Vade, El Hakim indica que en esta confesión «habla mucho más lento y con un tono mucho más bajo». A nivel vocal estas señales son compatibles con la tristeza, pero el motivo de su emoción es desconocido para la experta: «Puede ser porque ha ocasionado algún daño o porque su carrera se verá truncada por esta mentira; el motivo no lo podemos saber, sólo intuir». La experta resalta la voz de Vade como un aspecto importante a analizar, considerando que no realiza gestos con las manos o el cuerpo durante el breve video: «Nos permite ver que no se trata de un discurso aprendido», ya que se traba y realiza faltas gramaticales como «terriblemente error», dice.
Vergüenza y estigmatización

presidenta de la Asociación Española de comunicación no verbal. / Créditos: Código No Verbal
Los cortes de edición que tiene el video se producen en los momentos donde se empiezan a vislumbrar señales compatibles con la vergüenza. «Hace un bloqueo visual, donde no mira a la pantalla y se produce el primer corte. El segundo es cuando mira al suelo y hace una elevación vertical de hombros, lo que podría ser una forma de excusarse ante algo que él sabe que es una conducta socialmente no aceptada», observa la académica.
Al utilizar la primera persona y no evitar palabras duras indica sinceridad. El Hakim dice que, al enunciar «yo cometí un error» y «yo mentí sobre mi diagnóstico», no elude el hablar directamente al daño ocasionado. Eso está relacionado con asumir la responsabilidad. Pero la experta también apunta a que Vade «se percibe a sí mismo como víctima de la intolerancia, de la sociedad o de cualquier otra situación, intentando que el daño que ha causado se matice de alguna forma».
«Vade expresa pocas evaluaciones negativas sobre su integridad moral, mientras que son más numerosas aquellas donde se posiciona como una víctima de su homosexualidad, del estigma social, de la sociedad», Consuelo Gajardo.

Consuelo Gajardo, doctora en Lingüística y especialista en análisis del discurso de la Pontificia Universidad Católica de Chile, señala que Vade se posiciona como una persona que protege a los que quiere, al decir que mintió «para no dañar a mi familia» y para «intentar proteger el poquito de autoestima que había logrado construir». Aquí apela a las emociones de su audiencia, para que solidaricen con una persona que fue víctima del «estigma social» y de la «crítica» por «aceptar que era homosexual».
Gajardo resalta que la única vez en que se muestra su ideología política y su pertenencia al colectivo de La Lista del Pueblo no se responsabiliza por el efecto que causó: usa la pasiva «que se ve afectada» en vez de decir «a quienes yo perjudiqué» o «afecté». A lo largo del video, concluye la lingüista, Vade expresa «muy pocas evaluaciones negativas en cuanto a su integridad moral por haber mentido, mientras que son más numerosas aquellas donde se instala como una víctima de su homosexualidad, del estigma social, de la sociedad». Gajardo explica que Vade se posiciona, indirectamente, como una persona que ha sido tenaz en la lucha por los enfermos del cáncer y también como un defensor de la gente que quiere. Δ