Bastián Esteban Labbé Salazar (independiente por los Movimientos Sociales) es constituyente por el Distrito 20, que reúne -entre otras- a las comunas de Concepción, Chiguayante, Tomé y Penco. Fue electo por la lista Asamblea Popular Constituyente, y entre sus intereses está el medioambiente. Vive en Hualpén, que en sus redes sociales personales escribe como «Wallpen», y dice: «Viajamos los fines de semana al territorio y regresamos los lunes temprano a Santiago. Cuando llegamos, tenemos que saber en qué hotel nos toca alojar. Trato de llegar siempre a las 8:00 cuando sesionamos en los plenos, que empiezan entre 9:30 y las 10:00 de la mañana».
Al cumplir su primer mes como convencional ya cuenta con tres hoteles en el cuerpo, todos en la comuna de Providencia: el Novo Hotel, el Nodo Hotel y el Four Points. Dice que los han ido rotando y que al parecer los van a seguir cambiando: «A veces hemos encontrado que los hoteles están un poco lejos y que son poco austeros. Eso ha sido una crítica transversal como convencionales constituyentes, porque creemos que los montos han sido elevados. Pero ahora se están tomando algunos criterios de mayor austeridad».
«Yo estaba acostumbrado a un ritmo de trabajo alto. Nos levantamos siempre temprano y después de las clases te quedas planificando o tienes reuniones. Los profes tenemos un desgaste importante a nivel laboral».
Labbé (30) es profesor de Historia y Geografía de la Universidad de Concepción y en la CC se integró a la Comisión de Participación. Paralelamente forma parte de una asamblea nacional constituyente por el distrito 20: «Tenemos reuniones semanales». Combinar ambas actividades lo obliga a trabajar cada día hasta eso de las 22:00 horas. Explica que es una rutina no tan distinta de la que tenía: «Yo estaba acostumbrado a un ritmo de trabajo alto. Nos levantamos siempre temprano y después de las clases te quedas planificando o tienes reuniones. Los profes tenemos un desgaste importante a nivel laboral».
El mayor cambio en su vida como convencional no es el laboral, sino uno que se aloja en la faceta más íntima: el cambio de ciudad y la presión mediática. Labbé dice: «Para mí era parte de la rutina tener participación en espacios sociales. Y ya en la fase de candidato se agregó un punto más mediático con la prensa, entrevistas y medios, pero aquí uno se va transformando en una figura pública y ser figura pública genera un desgaste de tipo emocional».
Puesto que la CC no cuenta con autonomía presupuestaria por ahora, la logística de sus traslados está asegurada por el Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres). Para él las primeras semanas tras la inauguración el 4 de julio fueron las más complejas: «De hecho, un día estuvimos hasta las 11:00 de la noche votando». Para zanjar temas y despachar las votaciones, era necesario terminar sí o sí: «En algunos momentos ha sido un poco extenuante». Desde su perspectiva, la compensación es que han podido «avanzar de forma sustancial en el trabajo».
Bastián Labbé es novato en la actividad política oficial: nunca había estado envuelto en una elección. «Tenía una inexperiencia evidente con respecto al proceso», afirma y recalca que ha ido aprendiendo «en el camino». Para él fue una alegría haber llegado a la CC: «Hubo un trabajo muy grande de una campaña electoral, sobre todo respaldada por organizaciones sociales». Δ