Ya había pasado una hora desde el final de la intervención de Alfredo Zamudio, director de la misión en Chile del Centro Nansen para la Paz y el Diálogo de Noruega. Pero sus palabras seguían resonando. Al advertir el tono que estaba tomando el debate sobre la propuesta de declaración de «condena a la violencia» presentada por 20 convencionales de derecha, Agustín Squella argumentó: “¿qué diría Alfredo Zamudio si nos ve ahora?”. Patricia Politzer se sumó desde otro ángulo, aludiendo a la perspectiva profunda que dio Zamudio a la comprensión de las crisis, para argumentar por qué no apoya el texto.
¿Quién es este hombre y de qué habló?

Alfredo Zamudio es un exiliado chileno en Noruega, donde vive desde 1976. Ha sido reconocido por el gobierno de ese país dentro de los inmigrantes más influyentes. Tiene una Maestría en Administración Pública de la Escuela Kennedy de la Universidad de Harvard. Ha trabajado en Sudán, Colombia, Timor Oriental. En su carrera se ha dedicado a una tarea tan extenuante como relevante: comprender los conflictos en profundidad y dialogar para establecer procesos de solución. Es un tema en que no hay recetas mágicas, pero sí una metodología para resolver conflictos. Desde esa posición fue invitado por las universidades regionales de la Araucanía, para establecer un proceso de diálogo en esta convulsionada zona del país.
En esta jornada expuso frente al pleno de la Convención Constituyente. Tenía contemplada media hora de participación, pero estuvo 45 minutos y quedaron siete palabras de convencionales solicitadas para continuar con las preguntas al experto. La presidenta Loncon declaró que los pendientes se resolverán a través de la secretaría.
Zamudio explicó la metodología del Centro Nansen para abordar el diálogo en momentos de crisis, entre otros temas. Era su segunda vez en la CC, pues en agosto habló en la Comisión Transitoria de Comunicaciones. Ahora su presentación terminó con momentos que recordaron a las terapias de grupo: al parecer para los convencionales es una necesidad reflexionar sobre encuentro y diálogo para sacar adelante la nueva Constitución.
Su presentación terminó con momentos que recordaron a las terapias de grupo: al parecer para los convencionales es una necesidad reflexionar sobre encuentro y diálogo para sacar adelante la nueva Constitución.
Margarita Letelier (D19) se sinceró y comentó “de alguna manera o de otra a todos nos da la rabieta” y agregó “se saca pica de un lado y del otro”. Loreto Vidal (D19) dijo: “vamos a lograr cambios si somos impactantes”. Habló de éste como un “tiempo de valientes”.
En la charla, Zamudio presentó lo que llama la “pedagogía de hacer espacios de negociación”. Y respondió a las inquietudes de las y los convencionales con algunas frases destacables:
- “Chile les desea bien, les desea que lo logren. Pero también necesitan entender y acompañarlos. Y eso no es solo responsabilidad de ustedes (la Convención). Todo el país puede ayudar, con diversas instituciones”.
- “El diálogo es importante entre seres humanos, no se da entre instituciones. Hay que hablar entre las personas, sacar al lado los títulos. Hablar con los nombres, dejar los currículums”
. - “(Sobre la Convención) Estoy profundamente orgulloso, como chileno y como ariqueño. Es histórico. Todos los estratos sociales están en el mismo peldaño y conversando”.
Zamudio dio tres oportunidades para seguir nutriéndose sobre este tema. Una: descargar el Manual Nansen para facilitadores de diálogo y transformación de conflictos. Dos: usar el texto elaborado por la Fundación Berghof para los Diálogos Nacionales. Y tres (solo para constituyentes): desarrollar “talleres exprés” en cada Comisión, con el objetivo de profundizar en esta mirada. Δ