A pesar de las polémicas que provocó la suspensión de la sesión de ayer, el Pleno 16, una trasnochada Convención Constituyente comenzó este viernes 18 un nuevo Pleno para votar el primer informe de la Comisión de Sistema Político, un texto de 95 artículos que -como informó Votamos Todos- corría el riesgo de ser rechazado ampliamente esta tarde. De eso dieron cuenta, durante el debate previo, integrantes del propio grupo de trabajo, como el ex vicepresidente Jaime Bassa (Frente Amplio), quien habló de fracaso: «Vamos a llamar a votar en contra de prácticamente todo el informe, salvo plurinacionalidad y paridad».
Lo cierto es que las controversias sumaron esta mañana un nuevo capítulo, esta vez por un tema reglamentario. El asunto vuelve a reflejar, como se viene mostrando en las deliberaciones plenarias de los informes de las comisiones temáticas, las dificultades que están teniendo los convencionales para articular acuerdos amplios y previos a las votaciones. La presidenta, María Elisa Quinteros (MSC), tomó la palabra para proponer una reforma al artículo 97, referente al rechazo de propuestas de norma constitucional del Reglamento Oficial. La idea era «eliminar la exigencia de mayoría en la votación particular para que una norma sea devuelta a la comisión» (ver texto completo más abajo).
La ruta de una norma para llegar al borrador Constitucional parte con la votación en general del Pleno, con un quórum de 2/3, correspondiente a la aprobación de al menos 103 convencionales. Todas las normas que en general obtienen ese nivel de aprobación pasan a una segunda instancia plenaria, donde se votan en particular. Aquí, cada norma puede pasar a la etapa final sólo si logra ese mismo quórum de 2/3. Si obtiene menos de la mayoría simple -78 votos- queda desechada del debate por completo.
Es válido recordar que la ruta de una norma para llegar al borrador Constitucional parte con la votación en general del Pleno, con un quórum de 2/3, correspondiente a la aprobación de al menos 103 convencionales. Todas las normas que en general obtienen ese nivel de aprobación pasan a una segunda instancia plenaria, donde se votan en particular. Aquí, cada norma puede pasar a la etapa final sólo si logra ese mismo quórum de 2/3. Si obtiene menos de la mayoría simple -78 votos- queda desechada del debate por completo.

Lo que buscaba la reforma propuesta es que todas las normas rechazadas en particular volvieran a su comisión, tal como sucede con las normas rechazadas en la votación general. Se argumenta que la mayoría simple se ha vuelto una camisa de fuerza para la votación en particular: cuando los convencionales consideran que un artículo aún puede y debe mejorarse tienen que asegurarse de que no tenga menos de 78 votos, para que no sea desechado por completo. Entre quienes apoyaron esta idea de reformar el Reglamento está Mauricio Daza (Ind), quien busca no excluir normas del debate: «En la práctica muchas normas que queríamos que volvieran finalmente son descartadas”.
La dinámica, que en ocasiones es fallida, es considerada una arbitrariedad por Fernando Atria (RD), quien habla de la imagen que cada convencional quiere representar ante la ciudadanía: «Creo que es importante rescatar la idea de que el voto de cada convencional manifiesta el contenido de su voluntad (…), pero la regla actual obliga a que el voto de los convencionales no sea así». Atria dice que es fundamental «mantener la coherencia pública entre el significado que el público le asigna a nuestros votos en la Convención y el significado que esos votos tienen».
«Creo que es importante rescatar la idea de que el voto de cada convencional manifiesta el contenido de su voluntad (…), pero la regla actual obliga a que el voto de los convencionales no sea así». Jaime Atria
Un ejemplo de lo anterior fue la votación en particular del artículo 17 que define los emblemas nacionales en el informe de la Comisión de Principios Constitucionales. En el inciso segundo indica: «El Estado reconoce los símbolos y emblemas plurinacionales propios de los distintos pueblos indígenas y tribales». La idea era rechazarlo para que volviera a modificarse en la Comisión, pero la falta de coordinación terminó por sepultar el artículo, con 54 votos en contra.
Esta modificación en el reglamento no fue bien recibida por los sectores de derecha: «Gastamos un tiempo largo en la estructuración y producción del Reglamento que nos rige y estamos con poco tiempo, por lo tanto tenemos que agilizar la tramitación y esto no ayuda a ese propósito», manifestó por ejemplo el convencional Jorge Arancibia (UDI). Las críticas de Arturo Zúñiga (UDI) fueron más directas: «Se está arreglando según las necesidades de cada sector».
Marcela Cubillos (UDI) recordó al Pleno que este tema ya fue discutido en el pasado en la Comisión de Reglamento. Añadió que en esa instacia se planteó «un ir y venir entre las Comisiones y el Pleno para que se pudiera tomar el pulso a las votaciones y las normas se pudieran mejorar». Cubillos agregó que, mientras se discutía el Reglamento, los bloques políticos de izquierda «estaban tan seguros de no tener que calcular los votos del Pleno que dijeron que eso no era necesario» y que, en el andar, se dieron cuenta de que no tenían las mayorías tan seguras y ahora nos quieren cambiar sobre la marcha el reglamento».
«Estaban tan seguros de no tener que calcular los votos del Pleno que dijeron que eso no era necesario. Pero, en el andar se dieron cuenta de que no tenían las mayorías tan seguras y ahora nos quieren cambiar sobre la marcha el reglamento». Marcela Cubillos
La convencional recordó también que su sector había hecho una propuesta alineada con lo que hoy se estaba proponiendo. Al respecto, Patricia Politzer (INN) respondió: «No entiendo que si algo era bueno ayer, para que hiciéramos correctamente nuestra tarea, ahora se vuelva malo».
Finalmente, tras el ir y venir de discursos sobre esta propuesta, no hubo acuerdo amplio. Terminado el debate se votó la propuesta, que finalmente fue rechazada por 99 votos a favor, de los 103 que necesitaba, 33 en contra y 10 abstenciones. Entre quienes rechazaron están la derecha y el PC. Y el resultado es que la CC tendrá que seguir con los quórum propuestos en el Reglamento Oficial. Eso obligará a las y los convencionales a afinar mejor los cálculos y las negociaciones, para que una norma no sea sepultada por el Pleno cuando sea considerada por ellas y ellos valiosa pero necesaria de modificar. Δ
QUÉ DICE EL ARTÍCULO 97 DEL REGLAMENTO DE LA CC
Artículo 97.- Rechazo de una propuesta de norma constitucional. En caso de que una propuesta no alcance el quorum necesario para su aprobación, pero fuere votada favorablemente por la mayoría de los convencionales presentes, la Presidencia de la Convención devolverá la propuesta a la comisión respectiva y establecerá un plazo perentorio para la formulación de indicaciones. Recibidas las indicaciones, estas serán debatidas y votadas en la comisión, en sesión especialmente citada al efecto en el plazo más breve posible. Finalizado el debate, la comisión elaborará una segunda propuesta de norma constitucional, sobre la base de las indicaciones recibidas o de las precisiones acordadas en la misma sesión. La nueva propuesta deberá constar en un informe que será remitido directamente a la Mesa Directiva para su publicación e incorporación a la Tabla del Pleno y la Orden del Día. Si la nueva propuesta no obtuviera el voto favorable de dos tercios de las y los convencionales en ejercicio, se entenderá definitivamente rechazada, con la sola excepción de aquellas que cumplan los requisitos establecidos en el reglamento específico correspondiente para ser sometidas a plebiscito dirimente.