Eran pasadas las 21:00 horas del lunes 7 de febrero cuando se activaron los movimientos: la Mesa Ejecutiva había llamado a los distintos grupos y colectivos vigentes en la Convención para una reunión de urgencia en el hemiciclo. La idea era revisar el cronograma. Esa misma mañana, en comisiones como Medio Ambiente por ejemplo, se había hablado de lo mismo: cómo hacer y organizarse para, sin romper con el diseño de los tiempos, cumplir con el plazo perentorio que obliga a los convencionales a escribir la nueva Constitución en, como máximo, un año: esa fecha se cumplirá en julio próximo.
La cita había sido convocada por la presidenta, María Elisa Quinteros, y el vicepresidente, Gaspar Domínguez, y en ella no se consideró la participación de la prensa, a la que no se le permitió presenciar la junta. Domínguez, que cumplía su último día de cuarentena por Covid, presentó un power point con los plazos a través de Zoom.
«El Colectivo Socialista y el Frente Amplio deben abrirse a la búsqueda de grandes acuerdos. De lo contrario, corremos el riesgo cierto y serio de fracasar en nuestra tarea». Raúl Celis (RN), vicepresidente adjunto.
Lo cierto es que la Convención Constitucional pasa por un momento de alta intensidad: trabajo de comisiones, plenos extraordinarios, debate de iniciativas, votaciones en general y en particular. Todo a sólo una semana de que empiecen los 21 Plenos, que serán las instancias de votación decisivas para sellar los componentes del texto constitucional. Por lo mismo, en este momento ya está claro que los colectivos ponderan las capacidades de generar grandes acuerdos. Para esta tarea, será claves la gestión del Frente Amplio y el Colectivo Socialista.

A la reunión de la noche del lunes acudieron, entre otros, Fuad Chaín (PDC y Lista del Apruebo); Rodrigo Álvarez (UDI y Vamos por Chile), Manuel Woldarsky (independiente ex Lista del Pueblo y hoy Coordinadora Plurinacional) y Alondra Carrillo (por Movimientos Sociales Constituyentes). La Mesa les hizo saber que es necesario ir más rápido y que es hora de generar acuerdos transversales, de cara a ir logrando los 2/3 que las normas necesitarán en los Plenos. Fue «un golpe de timón», como definió Gaspar Domínguez (D26), que es de Independientes No Neutrales, en Radio Cooperativa. El vicepresidente aprovechó de llamar a sus colegas a votar normas que puedan “flotar” en el Pleno; es decir, que tengan una posibilidad real de conseguir los 103 votos necesarios para convertirse en norma constitucional.
Desde los colectivos hay, en principio, buena disposición al respecto: “Invitarnos, entre todas las fuerzas políticas, a poder definir entre aquello que puedan considerar intransable y aquello en lo que podamos encontrar puntos de acuerdo”, cuenta Manuel Woldasrky (D10), representante del Colectivo Plurinacional. A sólo nueve semanas de tener que entregar un primer borrador constitucional, Chaín (D22) valora el llamado de la Mesa y enfatiza en que, dada la cantidad de trabajo, “se puede enfrentar mejorando la metodología y aumentando las sesiones», pero agrega el matiz clave: es indispensable «tener mayor acuerdo político”.
«De dónde va a sacar el FA y el CS potestad para eso. Es un colectivo más, nosotros estamos participando de las conversaciones y haciendo los esfuerzos para ir construyendo soluciones de consenso”. Fernando Atria (D10)
Quienes tienen más números para pesar a la hora conseguir los 2/3 y la «flotación» de proyectos son el Frente Amplio (FA), con 20 convencionales, y el Colectivo Socialista (CS), con 17. Para el vicepresidente adjunto Raúl Célis (RN y D7), esos números son decisivos y responsabiliza a estos dos colectivos en la toma de un liderazgo en esta época de negociaciones: “El eje de la CC debiese estar en el FA y en el CS. Son ellos los que tienen mayor facilidad y mayores herramientas para construir mayorías. Deben abrirse a la búsqueda de grandes acuerdos, de lo contrario corremos el riesgo cierto y serio de fracasar en nuestra tarea».
Más allá de las normas que sean aprobadas en las comisiones temáticas, los integrantes de esos grupos no son reflejo de las proporciones que se verán en el Pleno. Un ejemplo de ello es Medio Ambiente, donde -se tiene claro- están sobrerrepresentados los ambientalistas. Es, además, según un estudio que hizo la empresa Unholster en octubre pasado, la comisión que está más a la izquierda de todas.
«Tenemos que hacer acuerdos comunes. Buscar cuál es la mejor norma, la mejor iniciativa, y cuáles son los proyectos que pueden alcanzar mayoría. Pero sin traicionar nuestros principios, nuestros valores». Manuela Royo (D23)
El abogado constitucionalista y integrante del FA, Fernando Atria (D10), cree que esa expectativa que se les carga no corresponde: “De dónde va a sacar el FA y el PS potestad para eso. Es un colectivo más. Nosotros estamos participando de las conversaciones y haciendo los esfuerzos para ir construyendo soluciones de consenso”.

La vicepresidenta adjunta de Apruebo Dignidad, Bárbara Sepúlveda (D9), también duda de los acuerdos previos y las negociaciones grupales. Apuesta por “un espacio deliberativo horizontal, en donde todos y todas y todas las opiniones tienen cabida”. La convencional, que es militante del Partido Comunista (PC) no cree “que haya un colectivo llamado especialmente a conducir el proceso ni a liderar políticamente a los demás. Creo todo lo contrario”.
Manuela Royo (D23), convencional de Movimientos Sociales, deja en claro que -desde su perspectiva- las ideas transversales pesarán más que los números en el Pleno: «Tenemos que hacer acuerdos comunes. Buscar cuál es la mejor norma, la mejor iniciativa, y cuáles son los proyectos que pueden alcanzar mayoría. Pero sin traicionar nuestros principios, nuestros valores». Desestima, además, la influencia del Colectivo Socialista, dado que ha presentado indicaciones idénticas a la derecha. La convencional emplaza y hace un llamado a decidir: «Si están con la derecha o con el resto de la convención». Δ