Durante la sesión del Pleno de esta mañana, 37 convencionales ordenados por sorteo dieron los discursos de apertura a esta segunda etapa para la creación de una nueva Constitución. Cada uno tuvo cinco minutos. Expresaron deseos, propuestas, ideas y expectativas. La sesión se extendió por casi cinco horas y partió debatiendo la elección de la mesa de realizar la primera salida de descentralización de la Convención en la región del Biobío.
La convencional sorteada para abrir la ronda de discursos fue Loreto Vallejos (D15), quien apeló a su biografía para exponer sus ideas. Vallejos comenzó poniendo foco en la educación: «Creo en la educación no porque sea mi trabajo, sino porque me cambió la vida, me salvó (…) Nada de lo que podamos escribir tendrá sentido alguno si no cambiamos la manera en la que aprenden las niñeces».
«Única solución: ecoConstitución»
La frase fue acuñada como término de varios de los discursos emitidos por convencionales adscritos al deseo de crear un texto que considere el estado de emergencia climática y ecológica en su redacción. La ecoconstituyente Camila Zárate (D7), más tarde elegida coordinadora de la comisión de Medio Ambiente, fue la primera en centrar su discurso en las urgencias ecológicas y de recursos naturales: “Abogamos por la desmercantilización de los elementos naturales como la semilla, por la desprivatización del agua, reconociéndola como un bien común inapropiable».
“Abogamos por la desmercantilización de los elementos naturales como la semilla, por la desprivatización del agua, reconociéndola como un bien común inapropiable». Camila Zárate (D7)
Constanza San Juan (D4) se unió al mismo llamado de los ecoconstituyentes: “En esta mochila traigo a todas y todos mis compañeros del valle del Huasco que me acogieron como una más y me enseñaron a luchar por el agua y los glaciares”, destacó.
El grupo de ecocostituyentes es abierto y no está consolidado como un bloque dentro de la CC, pero logró victorias en las votaciones del Reglamento, como resguardar la “semilla ancestral y campesina” y reconocer la función “ecológica y social de la propiedad”.
Con un discurso escrito y proyectado desde el desierto de Atacama, Cristina Dorador (D3) enriqueció palabras poéticas con la descripción del espacio donde nació y se crió: “Vengo del desierto de Atacama, para muchos un lugar inhóspito, solitario y estéril. Sin embargo, es nuestro territorio, donde aprendimos a caminar y nadar, cuna de culturas y pueblos ancestrales, estrellas que caen en la noche, peces que vuelan junto a las guarumas, cerros tutelares, aguas fósiles, y nubes generosas”. Como ecoconstituyente también emitió un discurso que ejemplifica el aprovechamiento de los recursos naturales en el desierto, “donde desde hace siglos se ha explotado el salitre, el cobre, molibdeno, litio, entre otros”.
Las demandas relacionadas con estos discursos revelaron su peso entre los 154, con la elección de Zárate y de otro ecoconstituyente, Juan José Martin (D12), como coordinadores en Medio Ambiente. Martin afirmó: «Los ecoconstituyentes estamos construyendo esto de manera colaborativa. Vamos a discutir y defender los derechos de los ecosistemas. Esta es una oportunidad para avanzar al ecocentrismo y decir que todos los sistemas de vida son igual de importantes. Ese ejercicio lo vamos a hacer de forma colectiva».
Emocionalidad y demandas históricas
Las demandas relativas a la igualdad de género, enfoque feminista y diversidades sexogenéricas fueron principalmente expresadas por la convencional Tammy Pustilnick (D20). “Debemos reconocer a todas las familias y protegerlas (…) He sido testigo de cómo las leyes, el Estado y la Constitución han impedido el goce efectivo de sus derechos y es precisamente eso lo que me tiene acá”, dijo.

Por parte de los pueblos originarios los discursos tomaron notas incluso más profundas, históricas y diversas. “Para nosotros no son 30 años, son 200”, dijo Wilfredo Bacián, representante quechua de los escaños reservados. La deuda histórica, la búsqueda por la autonomía de los pueblos, la plurinacionalidad y la adopción del Sumak Kawsay (Buen Vivir) como estilo de vida, fueron algunas de las demandas que se concentraron entre quienes pudieron hoy emitir sus discursos desde la pertenencia a algún pueblo ancestral.
Para algunas y algunos, expresar sus deseos e historia en la apertura de la segunda parte del proceso constitucional fue más emocionante que para otros. Giovanna Grandón Caro (D12), conocida como la Tía Pikachu, confesó sus nervios por estar ahí, hablando frente a sus compañeros después de haber llegado a trabajar en el ex Congreso desde la expresión callejera. Recordó su pertenencia al histórico y sufrido sector capitalino de Lo Hermida, en la comuna de Peñalolén.
«Habiendo tenido una buena vida y habiendo pasado por momentos bellísimos, este, lo juro por la memoria de mi madre, es el más hermoso que hubiera imaginado jamás, el más bello de todos». Loreto Vidal (D20)
La convencional Loreto Vidal (D20) se acercó al estrado admitiendo desde un principio que podría no ser capaz de dar su discurso sin quebrarse. «Habiendo tenido una buena vida y habiendo pasado por momentos bellísimos, este, lo juro por la memoria de mi madre, es el más hermoso que hubiera imaginado jamás, el más bello de todos», dijo.

El vicepresidente Jaime Bassa cerró los discursos e incorporó en el suyo un análisis de perspectiva histórica y cultural: “Nos permitieron desembarcar aquí en un órgano que ejerce el poder constituyente, que tanta veces le fue negado a los pueblos de Chile y que hoy, por fin, está listo para proyectarse con toda su potencia”.
Sus palabras, aunque en tono amable, fueron tajantes y críticas, pero también esperanzadoras ante el futuro de la Convención y del país a partir de este momento. «Somos el fin de una historia de despojos; despojo de los bienes comunes, pero también de la capacidad de imaginación política. Al mismo tiempo, somos el inicio de un camino de transformación, que nos permite ver el futuro con esperanza», concluyó.
En busca de la libertad
El bloque de convencionales ligados a Vamos por Chile mostró, sin duda, una visión más crítica respecto del avance y devenir de la CC. La convencional Marcela Cubillos (D11) hizo hincapié en su rechazo a la violencia y criticó a la presidenta Elisa Loncon, recordando sus palabras el 1 de agosto pasado: “Sin disimulo, validó la violencia en vez de reivindicar la paz”.
No seré cómplice de lo que puede acabar con una historia republicana de Chile». Arturo Zúñiga (D9)
Criticó la elección del 18 de octubre -«el día de mayor violencia de las últimas décadas- como la fecha de inicio del trabajo de fondo de la CC: «Sin disimulo, la dirigencia de la Convención ha hermanado el trabajo constitucional a la violencia». Y añadió: “La violencia debe generar repudio, no justificación». La defensa a la propiedad privada, al derecho de los padres a educar a sus hijos y a decidir sobre los juicios de conciencia y de religión fueron calificados por Pollyana Rivera (D1) como la “representación del esfuerzo y trabajo de cada ciudadano”.
La defensa del concepto de libertad fue parte relevante del discurso de los convencionales del oficialismo. El “Viva Chile” fue la frase más repetida por la bancada. Cubillos hizo una profunda defensa de la libertad. Arturo Zúñiga (D9) afirmó: “No seré cómplice de lo que puede acabar con una historia republicana de Chile”. Harry Jurgensen (D25) apuntó a lo que considera faltas valóricas de la Constituyente: «Permanece ausente en esta Convención la mirada chilena superior, inclusiva, integral y profunda de Estado, con respeto a las normas que nos regulan y limitan. Yo no estoy aquí para defender ideologías totalitarias ni ofrecer utopías». Δ