«Decirle a los lamgen del Wallmapu, al pueblo de Chile, a todos los colectivos políticos que están presentes aquí: no es cierto que la sociedad chilena esté fragmentada en torno a las grandes demandas de los pueblos de Chile. Y este es un ejemplo. Esto es el resultado de ese acuerdo, de ese diálogo que nosotros iniciamos hace 10 meses atrás.
Hoy día cumplimos 10 meses y el mejor regalo que le podemos dar a la ciudadanía es tener un acuerdo en torno a un derecho fundamental que es para las naciones originarias. Eso es lo que va a marcar el espacio político para la solución del problema.
Nos sentimos honrados de este día, nos sentimos honrados de las fuerzas sociales, nos sentimos honrados con todos los sectores que están presentes, con las mujeres, con los jóvenes de la diversidad sexual que están aquí, con todos los no indígenas. Porque hoy día dimos un paso de democracia, un paso para la paz.
Nos conmueve profundamente la situación de violencia que está afectando a nuestro pueblo y la violencia ha sido producto de la escasez de tierra, de no tener este recurso que nos amenaza a nosotros con la existencia. Con dar este paso, es un paso de justicia, es un paso de paz, es un paso de democracia.
«Sientan ustedes chilenos que están siguiendo esta conversación, que la Convención está dando su resultado, está dando su fruto, nos estamos poniendo de acuerdo».
Sientan ustedes chilenos que están siguiendo esta conversación, que la Convención está dando su resultado, está dando su fruto, nos estamos poniendo de acuerdo, nos estamos escuchando, estamos viendo el dolor que trae cada sector, por eso es que estamos garantizando estos derechos.
Muy lindo este gran paso; recíbanlo ustedes ciudadanos, todos los pueblos de Chile, todos los jóvenes, todas las mujeres. Aquí estamos cumpliendo el mandato que ustedes nos dieron.
Marichiweu, pu lamngen». Δ