En Chile solamente existe un idioma oficial, el castellano. Aunque el mapudungun y los mapuche están reconocidos como pueblo, hay estudios que proponen que el Estado mantiene una actitud de indiferencia hacia el idioma indígena. En 2009 se aprobó el Decreto Supremo N°280 que obligó la incorporación de la enseñanza de idiomas mapudungun, aymara, rapa nui y quechua en colegios donde haya un porcentaje igual o mayor al 50% de estudiantes indígenas. A partir del año 2013 el porcentaje bajó al 20% de matrícula indígena, lo que permitió que se expandiera la enseñanza de la lengua a las urbes.
«El educador no tiene una figura profesional, pero está obligado a enseñar según el currículum impuesto por el Mineduc, que no ofrece la posibilidad de desarrollar este idioma propiamente, a través de su sentido ancestral y cosmovisión». Laura Luna Figueroa, experta en inclusión educativa.
Los datos no entregan una perspectiva actualizada. De acuerdo a la última información disponible -de 2014- en la región de los Ríos, que tiene un alto porcentaje de ciudadanos con ascendencia mapuche, 180 colegios municipales tienen implementada la enseñanza del mapudungun y 30 profesionales capacitados para impartirlo. A nivel nacional, unos 400 colegios participaron en el programa de enseñanza, aunque según el Decreto deberían ser aproximadamente 1.600.

Los escasos recursos disponibles son una de las razones para este déficit, explica Laura Luna Figueroa, PhD en Antropología Social de la Universidad de Manchester y experta en inclusión educativa. «(Para implementarlo) Es necesario contar con una dupla pedagógica para cada curso, compuesta por un docente y un educador tradicional, siendo este último el que imparte la lengua y el saber indígena”. El gran inconveniente de esta metodología es que “el educador no tiene una figura profesional, pero está obligado a enseñar según el currículum impuesto por el Mineduc, que no ofrece la posibilidad de desarrollar este idioma propiamente, a través de su sentido ancestral y cosmovisión», dice Figueroa.
Un estudio realizado por la docente demostró que de 100 participantes mapuche, 84 no sabía hablar su idioma. Resultado que coincide con las cifras del censo del 2012 que indicó que de un total de 1.407.141 personas autoidentificadas como mapuche, solo un 8,2% habla mapudungun. Estas cifras son una advertencia, considerando que la lengua, cultura e historia forma parte de la existencia de los pueblos originarios y son inseparables de su identidad.

En la búsqueda por renovar las metodologías de enseñanza en los colegios se realizó una consulta indígena en 2018 y 2019 sobre la «Propuesta de bases curriculares para la asignatura de Lengua y Cultura de Pueblos Indígenas de 1° a 6° básico«. Para Laura Luna Figueroa, los resultados de esta consulta fueron útiles, pues llevó a una evolución de la asignatura, ahora llamada Lengua y Cultura de los Pueblos Originarios Ancestrales: «Tendrá un nuevo foco: se busca que la lengua sea incorporada en la enseñanza, pero no como contenido aislado, sino que como forma de comunicación diaria y en vinculación a las prácticas culturales».
La académica considera que esta vez será posible considerar los contextos en los que los alumnos están insertos. Durante una década, la asignatura «tuvo metas demasiado elevadas y presentó al mapudungun como algo completamente ajeno a los niños, como si fuera inglés, lo que reforzaba la idea de que esa lengua se debía usar solo en lo ceremonial y no existió un desarrollo comunicacional claro».
De todos modos, la experta valora la legitimidad otorgada a la lengua indígena, al menos al añadirla en el currículum educacional: «Es un tremendo avance, ya que primero se castigaba su uso y ahora es parte de una de las evaluaciones, lo que cambió también la perspectiva de las familias hacia la lengua», concluye. Δ