Por Ingrid Villena (*)
«Ningún proceso constituyente ni otra constitución en Latinoamérica tienen incluido de manera taxativa el principio de paridad. El enfoque de género y la interseccionalidad es, por ende, una novedad jurídica que se está implementando al fin. Esperamos que sirva de base y ejemplo para otras constituciones en el mundo.
¿Dónde lo vemos? En la aceptación del principio de paridad en la integración del Sistema Nacional de Justicia, que sería nuestro ex Poder Judicial, tanto para los cargos de jueces y juezas, como para los cargos de funcionarios y funcionarias.
Pero no sólo eso. Es importante que en la formación de estos funcionarios se puedan aplicar todas las normas con perspectiva de género, para tener en consideración las circunstancias externas que pudieron afectar a una niña, un niño, una o un adolescente, a mujeres o a personas de la diversidad o disidencia sexual dentro de un proceso judicial.
Es ejemplificador y no es algo que se nos haya ocurrido a nosotras de pronto. Son recomendaciones de la CEDAW (ver recuadro), que solo dan cumplimiento estricto a las recomendaciones internacionales. Se dan los resultados que estamos esperando: buscar una igualdad entre personas y la aplicación correcta de los mecanismos de justicia en ese ámbito, y también en los derechos fundamentales y los sistemas políticos de justicia, y que la integración de los órganos autónomos descritos en la Constitución puedan tener paridad.
El primer avance fue instaurar este principio de paridad, no solo en términos binarios, donde un 50% son hombres y un 50% son mujeres, sino que desde un 50% las mujeres podrán optar a participar en altos cargos. Nos llena de alegría, ya que llega a subsanar una inequidad que existe desde hace mucho tiempo.
«La esperanza que tengo ante este proceso es que al fin podamos romper con las brechas de género, lo que se ha dado de manera institucional y consecutiva durante años».
También están la desigualdad salarial y la corresponsabilidad de labores domésticas y que la Constitución esté redactada en un lenguaje inclusivo y no sexista. Esos avances han sido incorporados de buena manera dentro de este proceso de nueva Constitución, ya que hemos tenido el apoyo transversal de las mujeres del colectivo feminista y también de los varones que entienden esta posición y empatizan con nuestra lucha. Se agradece cada uno de estos votos.
La esperanza que tengo frente a este proceso es que al fin podamos romper con las brechas de género que se han dado de manera institucional y consecutiva durante años. Y que esto pueda motivar a otras mujeres, a niñas. Que admiren este proceso del cual fuimos parte.
Esta es la primera Constitución paritaria del mundo y por eso espero que llene de esperanza y abra los caminos de participación. Tanto política como dentro del funcionamiento del Estado y dentro de las instituciones privadas, para que entiendan que no por el hecho de ser mujeres necesitamos un trato discriminatorio o preferencial. Solo buscamos la igualdad sustantiva y la equidad en la vida y la nueva Constitución».Δ
(*) Ingrid Villena es convencional constituyente por el D13 y forma parte de Pueblo Constituyente. Es abogada. Se dedica a temas de familia y ha trabajado en la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes.