La Convención Constituyente atravesó 65 kilómetros por el desierto, partiendo desde la ciudad de Antofagasta, para instalarse a las orillas de la playa en Mejillones. Allí sucedió el Pleno que marcó el término de la salida territorial. La testera se situó bajo un arco de madera, a su espalda estaba el mar reflejando el fuerte sol que abrasa al norte chileno. Era ése un escenario de telenovela (literalmente). A la derecha de la presidenta, María Elisa Quinteros, se podían ver la casa de la gitana Jovanka Antich y, por lo mismo, el balcón en el que le declaró la guerra al empresario chileno Rafael Domínguez: hablamos de la célebre teleserie de TVN «Romané». A la izquierda de la Mesa Directiva el paisaje cambiaba hacia la cruda realidad, porque hacia allá se asoman las potentes chimeneas de las termoeléctricas que caracterizan la ciudad.
Mejillones es tierra de industrias. El conjunto de empresas comienza a dos kilómetros de las últimas viviendas y alberga ocho termoeléctricas. Entre ellas está el «Dragón Rojo», que es el complejo de energía en base a carbón más grande de Latinoamérica. Si bien estas obras ofrecen la principal oferta laboral a los mejilloninos, a cambio la comuna ha tenido que sufrir el convertirse en una zona de sacrificio. La contaminación del aire y del mar han sido progresivas y evidentes.
El Pleno y la ceremonia de cierre no tenían un objetivo técnico. No iba a votarse nada. Era un encuentro con los vecinos de la localidad. Para que escucharan los resultados de la participación ciudadana y a las autoridades locales, para que se hicieran parte en el término del viaje de los convencionales.
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El lunes, cuando se hizo la ceremonia de apertura de la salida a Antofagasta en las Ruinas de Huanchaca, los convencionales Felipe Mena (UDI) y Manuel José Ossandón (RN) reclamaron por la ausencia de la bandera chilena y el himno nacional. En esta ocasión, los convencionales entonaron el himno y tuvieron la bandera chilena detrás de la testera.
Dentro de las formalidades, la Comisión de Participación entregó balances respecto a las Iniciativas de Norma Popular. Entre las cifras se mostró que cerca de un millón de personas entregó su patrocinio a una o más iniciativas. Hubo mayor participación de mujeres y un 22,2% de los patrocinios fueron de menores de edad, entre 16 y 17 años. Bastián Labbé (Movimientos Sociales), coordinador de la comisión, también destacó que los mecanismos de participación popular ahora son una realidad en el borrador de nueva Constitución.
«Fue una semana bastante intensa. Estuvimos en diferentes lugares gracias a diferentes comitivas que se desplegaron por diferentes provincias lo que permitió visitar a distintas organizaciones y vecinos». Bastián Labbé
Labbé fue parte de las comitivas que se desplegaron por la Región de Antofagasta, para cumplir con el principio de educación popular, una norma reglamentaria que rige a la CC y que mandata a los convencionales a informar a la ciudadanía acerca del contenido de este proyecto constitucional. «Fue una semana bastante intensa. Estuvimos en diferentes lugares gracias a diferentes comitivas que se desplegaron por diferentes provincias lo que permitió visitar a distintas organizaciones y vecinos», dijo Labbé.
Tanta diversidad de luchas consignadas entre convencionales no podía sino pasar la cuenta: algunas están dentro del borrador y otras no. Por ejemplo, el derecho a la vivienda fueron buenas nuevas para personas que viven en campamentos. Pero el hecho de que no se haya logrado instalar el derecho a migrar fue una noticia desafortunada para la población migrante.
Labbé, que es profesor de historia, explica que gracias a las visitas territoriales pudo ver más de cerca las distancias que tienen algunos grupos con la propuesta constitucional. Igual dice estar tranquilo porque, para él, la tarea se hizo siempre pensando en la diversidad de nuestro país: «A partir de este vínculo territorial uno va sintiendo cómo son las expresiones de las sensaciones de respeto a los avances del proceso constituyente». Por lo mismo, dice llevarse «una visión muy positiva» y explica: «A pesar de las dificultades que ha tenido el proceso y, a pesar de que no se logró todo, hay avances sustantivos y significativos».

«Si bien la mayoría de los chilenos partió con mucha esperanza, hoy día hay una sensación de desilusión». Ricardo Neumann (UDI)
Ricardo Neumann (UDI) está en la otra vereda política. Cree que esta visita permitió que quede claro algo: «Si bien la mayoría de los chilenos partió con mucha esperanza, hoy día hay una sensación de desilusión». Además, agregó que le sorprendió que mucha gente sabía que la CC había gastado 490.000.000 en este despliegue lo que también arrojó «una sensación de desinterés en una región que, por lo general, tiene una reticencia a mi sector».
Para Neumann, escuchar a la ciudadanía siempre es importante pero -agrega- «el tema es que en esta etapa, cuando ya están aprobadas las normas, las opiniones no van a influir en el proceso constituyente y hay que ser súper honesto con eso». El convencional añade que se siente distante del mandato de educación popular que aborda la comisión. Básicamente por la forma en que se llevó a cabo: «Debería hacerse con una perspectiva objetiva y sin pasar por ningún matiz ideológico, con el que los convencionales cargamos».
Una de las críticas de esta semana han venido desde la zona de Neumann, la derecha, que se ha quejado por los recursos estatales invertidos. Labbé asume que «la participación popular, la descentralización, salir de Santiago y llegar a los territorios cuesta dinero». Pero, añade, es necesario: «Estamos haciendo un ejemplo de política, al conversar directamente con las personas. Esta salida va en la línea de reencontrar a la gente con la política y ese es parte de nuestro objetivo, es parte de lo que nos mueve a estar acá».
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Esta semana también ha sido escenario de controversias. Durante una sesión de la comisión de Preámbulo, en Tocopilla, se aprobó en general una propuesta que hace alusión a la independencia de Chile, el 18 de septiembre de 1810. El convencional y escritor Jorge Baradit encendió una nueva discusión sobre la carga simbólica de la fecha: «La independencia de nuestro país respondió a un contexto histórico excluyente, que en aquellos años dejaba fuera de toda posibilidad de participación a mujeres, trabajadores, pueblos originarios y otras comunidades vulneradas».
«La independencia de nuestro país respondió a un contexto histórico excluyente, que en aquellos años dejaba fuera de toda posibilidad de participación a mujeres, trabajadores, pueblos originarios y otras comunidades vulneradas». Jorge Baradit
La polémica comenzó el martes 17. Hoy seguía siendo uno de los centros de conversación. Durante la jornada, habló al respecto Elisa Loncon (pueblo mapuche): «La ciudadanía sabe que hemos sido excluidos de la historia y una alerta que eso levantó es qué pasa con todos los pueblos no incluidos en esa fecha. El norte se incorporó luego de la Guerra del Pacífico al Estado de Chile, entonces quedaría afuera. Y los pueblos indígenas tampoco participaron en consagración de derechos en ese proceso».
La expresidenta de la CC comentó que, a su parecer, el preámbulo debería ser instalado desde la pluralidad y que «la forma de entender la historia es desde la integración y la memoria de las mujeres, de los trabajadores y pueblos antes de la historia oficial». Aclaró, eso sí: «No tenemos muchas disputas con el preámbulo, porque tiene que invitar a leer la nueva Constitución y eso ya está definido. Son cinco propuestas de diferentes sectores, incluyendo la derecha y tenemos un diálogo muy fraterno».
Desde la derecha, Ruth Hurtado entregó sus matices. Para ella, en realidad con esta polémica «se desconoció parte de nuestra historia». Explicó que algunos convencionales han querido «situar esto sólo en torno al 18 de octubre, como si no tuviéramos pasado. Inclusive haciendo apología de la violencia injustificada que se dio en la revuelta social». A su diagnóstico sobre el preámbulo es este: «Esperamos que sea un bonito texto, pero creemos que terminará siendo más de lo mismo que hemos visto hasta ahora, separándonos y segregándonos, sin la palabra chileno, que tanto les molesta».
«No tenemos muchas disputas con el preámbulo, porque tiene que invitar a leer la nueva Constitución y eso ya está definido. Son cinco propuestas de diferentes sectores, incluyendo la derecha y tenemos un diálogo muy fraterno». Elisa Loncon
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El vicepresidente Gaspar Domínguez (INN) fue el primero de la Mesa Directiva en tomar la palabra para el cierre en Mejillones. A la CC le quedan solo siete semanas de funcionamiento. Recordando la ficción de «Romané» y sus propios orígenes, dijo: «De niño escuché por primera vez acerca de Mejillones a propósito de esta casa y de un tal Rafael Domínguez y su familia».

Domínguez destacó sobre todo que el principio de descentralización le da sentido a la Convención. Llegó representando a Chiloé, donde ha trabajado como médico rural en los últimos años, y para él es muy importante que este cierre no haya sido en la capital nacional ni en la regional: «Las regiones y sus ciudades deben estar en la agenda pública. y no solo como nos recordó el gobernador Ricardo Diaz, cuando hay terremotos o tsunamis. Aquí cerramos esta semana».
La primera invitación que Domínguez hizo a la audiencia fue «informarse y leer este borrador como un todo coherente. Un borrador que es resultado de una construcción colectiva, democrática y pluralista, proveniente de todos los rincones del país con un enfoque territorial patente».
Después de que la presidenta María Elisa Quinteros dio por finalizado el Pleno, la banda Indios de todas las tribus de Antofagasta presentó una morenada, que es un baile tradicional nortino y que levantó lentamente a la mayoría de los convencionales con aplausos y algunos tímidos pasos de baile. Luego vino el clásico «Señora chichera» de Inti Illimani, lo que encendió más el ambiente. De despedida se tocó la cueca «Los pueblos americanos», de Violeta Parra.
Los convencionales de Chile Digno fueron los primeros en sacar sus pañuelos y pisar la pista de baile para el pie de cueca. Nicolás Núñez y Valentina Miranda destacaron en la performance del baile nacional. Pedro Muñoz (CS) exhibió sus pasos junto a Constanza Schonhaut (FA), que agitaba su clásico pañuelo verde. Incluso John Smok aplaudía sincopadamente cuando la presidenta María Elisa Quinteros (Movimientos Sociales) y el vicepresidente Gaspar Domínguez (INN) se sumaron al pie de cueca.
La derecha no pisó la pista de baile, aún cuando han pedido respeto y demostrado su orgullo por el baile tradicional. Manuel José Ossandón (RN) criticó el espectáculo: «Hay lugares y lugares para bailar cueca, pero éste no era uno de ellos», dijo. Eso no detuvo la energía de los pares que no eran de su tienda, no obstante. El espacio que dispuesto para las presentaciones de los artistas locales estaba lleno de convencionales, de asesores y de mejilloninos bailando.
El cierre fue más pop. Tuvo la versión de la fallecida artista icono de la música tropical Gilda del hit «Paisaje», del italiano Franco Simone. Fue el momento más alegre de la tarde: casi todos los colectivos rompieron el corte ceremonioso de los Plenos al ritmo tropical. Elisa Loncon, Benito Baranda, Rosa Catrileo y Manuel Woldarsky se movían en círculos. El Frente Amplio se desplazaba en un rincón. Lo mismo que Camila Zárate y Pueblo Constituyente. Marcos Barraza no se quedó atrás con sus compañeros de Chile Digno. Pero los ganadores de la pista estaban claros: Pedro Muñoz (CS), Yarela Gómez (FA), Manuela Royo (Movimientos Sociales) y Luis Jiménez (pueblo aymara), que dominaban con el paso caporal como si fuese fácil. Δ
