980.332 personas dispuestas a respaldar alguna propuesta de norma presentada por otros ciudadanos y 2.456 iniciativas disponibles en la web de la Convención. Es parte del conteo final, tras el cierre del proceso al que la Constituyente invitó a las chilenas y los chilenos a hacerse parte. La idea era proponer normas para que formen parte de los contenidos para la nueva Constitución. Acabado el plazo, a las 23:59 del martes 1 de febrero, éstas son algunas de las conclusiones.
DE MENOS A MÁS: Al final 77 fueron las Iniciativas Populares de Norma Constitucional que pudieron superar las 15.000 firmas, que era el número mínimo de patrocinios que impuso la CC. Esos textos serán discutidos en las comisiones a las que ingresaron, tal como ya de discuten proposiciones de los propios convencionales. A esas 77 se suma una que propone reconocer al pueblo tribal afrodescendiente y que ingresó por otra vía: la de las Iniciativas de Norma Indígena. Con esto se le da el cierre al primer mecanismo de participación popular de este proceso constituyente.

El convencional Jorge Baradit (D10), integrante de la comisión de Participación Popular que estaba a cargo de este proceso, publicó una serie de estadísticas. Se trata de una visión más general, porque sus cifras se refieren a ingresos en la plataforma que la Convención habilitó para promover Iniciativas de Norma, Cabildos e Iniciativas de Pueblos Originarios. De ellas, la mayor cifra corresponde a IPN.
Según los datos de Baradit, las firmas ciudadanas de patrocinios empezaron a incrementarse en la segunda mitad y se aceleraron notablemente a partir de la última quincena de enero, ya cerca del cierre del proceso. La recolección de firmas, que partió solo con Iniciativas Populares de Norma, comenzó el noviembre del año pasado, mientras la Mesa Ejecutiva era liderada por Elisa Loncon (pueblo mapuche). Pero la existencia de este mecanismo fue casi desconocido por la ciudadanía hasta fines de diciembre.
Promover las IPN fue una de las primeras acciones de la nueva presidenta de la Convención, María Elisa Quinteros. Este tipo de firmas es conocido como un proceso de «democracia directa», ya que le permitía a la ciudadanía ingresar propuestas y apoyarlas. Quinteros dice: “Estamos muy felices, porque consideramos que este balance es exitoso. Los datos nos muestran masividad, diversidad, un positivo alcance territorial y una fórmula de levantamiento de datos innovadora y eficaz”.
LA RM MANDA (OTRA VEZ): Si bien la presidenta destaca el alcance, lo cierto es que la estadística que presentó Baradit revela que más de la mitad de los ingresos a la plataforma de participación ciudadana provinieron de la zona central. Un cuadro compartido por Baradit mostrando una visión general con IPN, Iniciativas Originarias y cabildos y encuentros, muestra que del total de participantes, casi medio millón es de la RM. La siguiente zona en esa lista -y muy por debajo- es Valparaíso, también en el centro del país. Recién en tercer lugar aparece el sur: Biobío.

Las tres zonas son un clásico: responden a las tres grandes conurbaciones de Chile y, por tanto, concentran a la mayor cantidad de habitantes del país. Así y todo, en el recuento de Baradit, la capital está sobrerrepresentada en cuanto a participación en la plataforma. Según datos del Gobierno Regional metropolitano, la población regional es de 6.061.185 habitantes, equivalente al 40,1% de la población nacional. Si la relación fuera correspondiente, desde la RM debiera haber habido 395.038 patrocinios y no 471.121. Considerando, la imperativo de la Convención, que busca salir al encuentro territorial y -como se ha dicho- buscará escribir una Constitución descentralizadora, éste es un dato relevante para retomar esfuerzos en torno a las regiones.
EL SESGO DIGITAL: También es válido hacer un doble click en el modelo que la CC escogió para recoger los apoyos y la participación de las ciudadanas y los ciudadanos. Si bien se activó la posibilidad de ingresar propuestas por mano y también -de acuerdo a lo que la plataforma señalaba- era posible acceder a apoyar directamente, ambas acciones implicaban ir en persona a las dependencias del ex Congreso, en Santiago. La vía digital se transformó así en la única manera de acceder de modo amplio, al hacer uso de un mecanismo conocido como democracia directa digital. Al respecto, el vicepresidente adjunto Tomás Laibe (D27), quien es el nexo entre la comisión y la Mesa Directiva, afirmó: “Creemos que llegó para quedarse. Lo que hace es ampliar las fronteras de la democracia y fortalecerla”.
“Este mecanismo de democracia directa que creemos que llegó para quedarse. Lo que hace es ampliar las fronteras de la democracia y fortalecerla”. Tomás Laibe (D27) vicepresidente adjunto.
Pero para que el modelo opere correctamente es indispensable el acceso a internet, lo que necesariamente implica un corte que -de nuevo- favorece a la Región Metropolitana, al menos en lo que corresponde a conexión fija por computador. Según datos de la subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), 4.198.001 de los accesos a internet que había en el país en septiembre del año pasado, 1.965.462 -o sea poco menos de la mitad- estaban en la RM. Le siguen, en orden decreciente, la V Región con 471.897 y la VIII Región con 381.754. Consecuentemente, son las mismas zonas que concentran la participación en la plataforma de la CC.
DATOS DIVERSOS: La coordinadora de la Comisión de Participación, Paulina Valenzuela del Río (D14), entregó una serie de datos respecto de la participación en las Iniciativas Populares de Norma:
- El casi millón de personas que se sumó al proceso entregó casi 3 millones de firmas.
- 496 IPN pasaron el corte «de pertinencia y de admisibilidad» y fueron publicadas en la plataforma.
- 415.693 firmas se registraron durante las últimas 24 horas.
- 905.815 firmas se registraron los últimos 3 días de plazo.
- Se podía entregar hasta 7 respaldos pero la mayoría de las personas (483.167) solo firmó una propuesta.
- 295 de los votantes, que equivale al 2,2% son menores de edad y tienen entre 16 y 18 años
- 46 iniciativas van a la Comisión de Derechos Fundamentales; 15 a la Comisión de Medio Ambiente y 5 a la Comisión de Principios Constitucionales. Estas tres son las primeras mayorías temáticas.
- La IPN que logró más firmas es “Con mi plata no – Defiende tus ahorros previsionales” (N° 8.590), que logró 60.852 apoyos; es decir, 10.000 más de lo que el grupo se propuso lograr cuando ingresaron la propuesta.
CHOQUE DE VISIONES: Algunas de las iniciativas ciudadanas que lograron 15.000 firmas o más y que, por tanto, se discutirán en las comisiones son contradictorias. Por ejemplo, las dos que refieren al aborto: “Será Ley: iniciativa popular de apoyo al aborto” con 38.198 firmas y “Derecho a la vida” con 31.208. Paulina Valenzuela dice que estas con contradicciones en la mirada de mundo obligarán a los convencionales a «dialogar con propuestas totalmente opuestas en la mesa» y añade que forma parte del escenario, porque los convencionales están para «poner las opiniones y tomar las decisiones con un amplio consenso en las comisiones y cumplir los 2/3 en el Pleno».
Las 78 iniciativas ciudadanas que ingresaron a la Convención están en el primer trámite constitucional. Aún deben ser discutidas en sus comisiones. En caso de ser aprobadas por mayoría simple en las comisiones, deben ser debatidas y discutidas en el Pleno. Si son rechazadas en el Pleno, en primera instancia, estas normas vuelven a su comisión para una segunda oportunidad, en la que se hacen indicaciones y modificaciones. Luego vuelven al Pleno para tratar de obtener los 2/3. En caso de ser rechazadas nuevamente, sencillamente quedan fuera del nuevo texto constitucional.

EL CAPÍTULO INDÍGENA: Las Iniciativas Populares de los Pueblos Indígenas fueron la primera forma de participación directa de las naciones originarias en la Convención. Lograron reunir 204 propuestas en la plataforma, que también cerró para éste ítem el 1 de febrero a las 23:59. A diferencia de las Iniciativas Populares de Norma, que están dirigidas a todo público y necesitaban de al menos 15 mil firmas para llegar a ser discutidas, las Iniciativas de Pueblos Originarios tenían otras reglas.
Estas propuestas debía ser apoyadas exclusivamente por miembros de las comunidades originarias y la vía de ingreso no era igual para todos los pueblos, que debían cumplir con ciertos requisitos dependiendo de la población y de la capacidad de organización de cada cual.
Por ejemplo, para los pueblos mapuche, aymara y diaguita el Reglamento de Participación y Consulta Indígena trazó un requerimiento mínimo de tres asociaciones o comunidades inscritas en la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) o bien la firma de 120 personas. Atacameños, collas, rapa nui, kawésqar y yagán debían comprometer los patrocinios de una comunidad u organización o bien 60 firmas de personas con calidad indígena. Al tener estos apoyos, las iniciativas ingresaban en la plataforma y eran aceptadas inmediatamente para ser discutidas en la Comisión correspondiente, que está obligada a recibirlas y discutirlas.

Al evaluar esta parte del proceso, Isabella Mamani (aymara), Elisa Loncon (mapuche), Adolfo Millabur (mapuche) y Rosa Catrileo (mapuche) resaltaron la labor del colectivo de los pueblos indígenas para promover la organización e ingreso de estas propuestas a la plataforma y a las comisiones correspondientes. Hicieron un llamado a las comisiones y el Pleno a discutirlas a través de un diálogo democrático que -como indicó Millabur- “cambie el paradigma de la hegemonía del poder y el racismo hacia la plurinacionalidad”.
A nivel general, estas iniciativas hacen referencia al deseo de interculturalidad, de salud integral y de reconocimiento de territorios ancestrales. Entre las normas más destacadas está la que asegura la participación en la vida política del Estado y su incidencia directa en cargos de elección popular. También, la propuesta de establecer la nacionalidad indígena. Loncon contextualizó lo que significa: “Reconocer nuestra pertenencia a los diferentes pueblos en los documentos oficiales que se refieran a nuestra identidad”.
“Reconocer nuestra pertenencia a los diferentes pueblos en los documentos oficiales que se refieran a nuestra identidad”. Elisa Loncon (mapuche), sobre la propuesta de nacionalidad indígena
El convencional representante del pueblo lickan antai, Felix Galleguillos, impulsó con las comunidades el ingreso de una norma que consagre el derecho al uso de la hoja de coca en espacios ceremoniales y cotidianos. El articulado indica que por años ese uso ha sido criminalizado, aunque es un elemento fundamental de la identidad y cosmovisión de su pueblo.
Todas las iniciativas referentes a los pueblos originarios tendrán el mismo camino que las Iniciativas Populares de Norma de la ciudadanía. Deberán ingresar al Pleno para ser distribuidas a las diferentes comisiones y pasar por el largo proceso constituyente antes de llegar a la nueva Constitución.Δ