El lenguaje inclusivo no ha sido la única innovación de los discursos en el primer mes de la Convención Constituyente. También se han instalado otras lenguas, que forman parte de la cultura de los pueblos originarios. Por ejemplo, el mapudungún que empleó la presidenta, Elisa Loncon, el día de la inauguración en el ex Congreso Nacional.
Especialistas anotan que estos usos buscan mayor representatividad para los pueblos en la arena política, pero también generan incomodidad. Simona Mayo, doctoranda en lingüística de la Universidad de Buenos Aires, explica que el uso de las lenguas originarias ha provocado el nacimiento de «una especie de policía lingüística», que está pendiente de «todo lo que se sale de la norma, de todo lo que no está estandarizado». Pone como ejemplo la reacción de la convencional Teresa Marinovic (independiente UDI) por un discurso en mapudungun, hecho por la machi y convencional mapuche Francisca Linconao en una sesión (ver video 👇).
Al igual que con la paridad de género, cuando el Congreso aprobó los 17 escaños reservados para pueblos originarios, en diciembre de 2020, se aseguró una representatividad mínima para las culturas indígenas. Uno de los hitos en este sentido es posiblemente la elección de Loncon como presidenta.
Las formas de integración y elección en las comisiones incluye obligatoriamente a dos representantes de escaños reservados. Por eso, Tiare Aguilera e Isabel Godoy, de los pueblos rapa nui y colla respectivamente, integran la mesa ampliada de la vicepresidencia.
«Vivimos en un sistema colonial de siglos, que impide que todo acontezca de forma radical y determinante». Claudio Alvarado Lincopi, historiador
Claudio Alvarado Lincopi, historiador e investigador del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR), afirma que los pueblos casi nunca están cabalmente representados: “Vivimos en un sistema colonial de siglos, que impide que todo acontezca de forma radical y determinante”. Alvarado Lincopi reconoce que la CC es uno de los mayores avances que ha existido para la apertura democrática hacia los pueblos indígenas: «Antes de la CC la participación y voz de los pueblos estaba profundamente restringida a la Conadi, y aún ahí es subrepresentada».
Ese 15 de diciembre se aprobaron 17 escaños y diez pueblos consiguieron representación en la CC, salvo el pueblo tribal afrodescendiente, que no obtuvo el quórum necesario y no tiene por tanto representante en el pleno del ex Congreso.
«El pueblo afrodescendiente es el gran ausente de la CC, es el hecho que asegura que existen aún prejuicios racistas en la política tradicional». Marta Salgado, activista afrochilena
Marta Salgado es una de las activistas afrochilenas más reconocidas. Ha fundado organizaciones para la preservación cultural y la protección de derechos institucionales para la diáspora africana en Chile, como la ONG Oro Negro, la primera organización de afrodescendientes. Su visión es clara: «El pueblo afrodescendiente es el gran ausente de la CC, es el hecho que asegura que la representación no es completa y que existen aún prejuicios racistas en la política tradicional que ni siquiera este nuevo órgano ha podido eliminar».
El pueblo afrodescendiente está asentado mayoritariamente en la región de Arica y Parinacota. Por eso, los constituyentes del distrito 1, Carolina Videla, Luis Jiménez y Jorge Abarca, se comprometieron a ser sus voceros en la CC. Ya han citado a esa minoría en sus discursos en las sesiones oficiales, pero aún no se distinguen mociones dirigidas expresamente a darles mayor visibilidad. Δ