El miércoles 6 de octubre comenzó el periodo de ingreso de los patrocinios para integrar las comisiones definitivas en la Convención Constitucional, que empiezan a trabajar el 18 de octubre con una primera tarea que es elegir la dupla de coordinadores. Luego determinarán el plan de trabajo, según el cronograma que proponga la Mesa Ampliada, para después debatir y votar las normas que integrarán la propuesta de la nueva Constitución.
En la lista presentada para integrar la comisión de Derechos Fundamentales existe un cruce de tres mujeres, representantes de tres mundos, que -de seguro- hace unos años jamás habrían compartido un espacio de poder en Chile: Teresa Marinovic de Vamos por Chile por el D10, la Machi Francisca Linconao por los Escaños Reservados, y Giovanna Grandón (la Tía Pikachú) por Pueblo Constituyente en el D12.
Desde ya se sabe que la Comisión de Derechos Fundamentales será la más numerosa con 33 convencionales.
Las comisiones deben pasar por un ajuste de cantidad y paridad según sea necesario. Pero desde ya se sabe que la Comisión de Derechos Fundamentales será la más numerosa con 33 convencionales y probablemente una de las que más revuelo generará por la relevancia de su contenido.
Tendrá que tratar al menos 40 puntos de un temario que se definió en el Pleno y que aborda: derecho a la educación, derecho a la seguridad social y sistema de pensiones, derecho de propiedad, derechos de las mujeres, derecho a la verdad y justicia, derecho al sustento alimenticio y al deporte.
¿Cómo será el encuentro de Marinovic, licenciada en filosofía de la derecha más conservadora, con la Machi Francisca Linconao, autoridad ancestral del pueblo mapuche y probablemente la persona con más alto rango sociocultural dentro de los 154 convencionales? ¿Cómo se relacionará cada una de ellas en grupo y en bilaterales con Giovanna Grandón (la Tía Pikachú), que viene del estallido social y de clase trabajadora? Pese a este origen, Grandón sufrió este viernes 8 una agresión en las protestas de plaza Italia: le gritaron «vendida y amarilla».
Tensiones inevitables

La doctora en sociología de la Universidad de Manchester Denisse Sepúlveda trabaja en temas de etnicidad, raza, género, identidades, movilidad social y desigualdades. Deja en claro que no se puede anticipar lo que sucederá, pero se espera que las convencionales puedan cumplir el objetivo principal: «El espacio de decisiones fue históricamente integrado por hombres de la élite chilena. Eso cambió, ahora hay personas que son de la clase trabajadora, mujeres, personas de regiones y personas indígenas. Esto hace que sea mucho más enriquecedor su aporte».
La doctora advierte que la Convención presenta una nueva configuración política en que grupos históricamente excluidos de espacios de decisión ahora puedan hacerlo: «Hay un cambio de paradigma significativo, donde las posiciones de poder y privilegios están cambiando».
«Ahora hay personas que son de la clase trabajadora, mujeres, personas de regiones y personas indígenas. Lo que hace que sea mucho más enriquecedor su aporte a la nueva Constitución». Denisse Sepúlveda
El porqué de estos cambios lo evidenció el estallido social: «Fue una respuesta a todas las injusticias y desigualdades que se están viviendo actualmente, especialmente a la no distribución de los privilegios, el derecho a una vida digna, al respeto, a poseer diversos derechos materiales, sociales y culturales». Por eso es importante que haya personajes como la Tía Pikachú: «Que esté integrada en esta comisión representa las preocupaciones que no son de la élite». Es un cambio estructural importante e inevitablemente generará tensiones, dice Sepúlveda.
Estos espacios de tensión existen porque las posiciones de poder se enfrentan a un terreno en donde se desdibujan las condiciones actuales: «La élite chilena se ha caracterizado por tener una clausura social importante y por la gran capacidad en la toma de decisiones y gestión del poder. Son personas que están insertas en redes sociales específicas, orientadas a la acumulación de recursos económicos y generar la pauta política social del país. Entonces, cuando estas condiciones cambian, se generan tensiones y, por otro lado, las estrategias para seguir con esos privilegios».
«Hay un cambio de paradigma significativo, donde las posiciones de poder y privilegios están cambiando».
El hecho de que la Machi Francisca Linconao participe también es relevante, debido que entrega legitimidad a poblaciones que han sido históricamente invisibilizadas: «El que puedan contribuir con sus experiencias, que puedan generar su propia agenda política, es inédito y relevante». Gracias a esto aparecen problemáticas importantes que años atrás no eran prioridad para el país, explica Sepúlveda.
-¿Es relevante para una sociedad que estas realidades se enfrenten/encuentren en la
redacción de los Derechos Fundamentales de un país? ¿Por qué?
«Sí, porque estamos viviendo un periodo histórico sumamente importante, en que obviamente
tienen que estar involucrados todos los sectores sociales, con una
disposición a generar cambios en beneficio de toda la población del país. Los y las integrantes de
la Convención tienen que hacerse parte de las transformaciones permanentes y generar un
Estado de Derechos Universales».Δ