Por Rodrigo Córdova y Jessica Herrera
Entre debate y votación pasaron 2 horas y media. Pero, al fin, a partir de la tarde del 3 de noviembre, la Convención Constitucional ya tiene un cronograma oficial, un texto que se llevó las críticas del sector ligado a Vamos por Chile y que, a cambio, fue ampliamente celebrado por la mayor parte de los constituyentes: pasó de tener 10 a 14 hojas y recogió sugerencias, demandas y necesidades planteadas en la etapa previa las personas que escribirán el documento con la nueva Constitución chilena.
Según considera la Carta vigente, de 1980, el tiempo de redacción del nuevo texto debiera ser de 9 meses con una posibilidad de prórroga de 3 meses. Es decir, un texto que fue elaborado durante un proceso que se extendió por siete años, entre 1973 y 1980, considera posible que su sucesor sea escrito como máximo en un año. Para poder llegar a puerto con este límite, la CC se fijó una serie de etapas: seis semanas territoriales, procesos de participación popular, una consulta indígena y un plebiscito dirimente, que ya tienen fechas determinadas.
«Este cronograma asume de inmediato la prórroga y no se hace cargo de tratar de ajustarse a lo que dice el reglamento… La extensión de tres meses es eventual por lo tanto debería presentarse un cronograma distinto». Arturo Zúñiga
El cronograma incluyó de inmediato la posibilidad de la prórroga, que -de necesitarse- se debe solicitar entre el 20 y 30 de marzo de 2022. Por lo mismo, los comentarios reprobatorios por parte de convencionales de Vamos por Chile fueron inmediatos. Constanza Hube (D11), que forma parte del colectivo formado recientemente Unidos Por Chile, dijo: «Este cronograma asume de inmediato la prórroga y no se hace cargo de tratar de ajustarse a lo que dice el reglamento… La extensión de tres meses es eventual por lo tanto debería presentarse un cronograma distinto». Arturo Zúñiga (D9), del colectivo Un Chile Unido, también mostró preocupación porque la planificación está hecha hasta la última semana: «Me parece una irresponsabilidad mayúscula hacia la ciudadanía agendar acciones hasta el último día».
Independientemente de la etapa en la que se encuentre el proceso, una vez al mes los convencionales tendrán semanas territoriales.
Hernán Larraín Matte (D11), quien forma parte colectivo Independientes RN-Evópoli, críticó el poco tiempo que existirá para evaluar audiencias públicas: «Se trata de una planificación exigente pero realista que además considera tiempo para evitar poner en riesgo el plazo constitucional». La convencional Beatriz Sánchez (D12) destacó el esfuerzo de la secretaría técnica (ver recuadro), porque contempla el avance diario pero además tiene sistemas de flexibilización en caso de que surjan problemas y aún así seguir con el plazo de trabajo estimado.

Francisca Arauna felicitó la inclusión de solicitudes de independientes y criticó a aquellos convencionales que se quejan por la extensión de la prórroga: «Hay una consulta indígena, hay un flujo de construcción de norma, hay que esperar las iniciativas populares y hay que llevar a cabo un plebiscito dirimente. Y sí, un plebiscito dirimente, no plebiscitos. Porque insisten en decirlo en plural. No sé si adrede para seguir instalando en la opinión pública que la CC está más deslegitimada».
El cronograma aprobado con 124 a favor, 13 en contra y 11 abstenciones contempla tres etapas de funcionamiento, desde noviembre hasta la última semana de junio o primera de julio de 2022. Independientemente de la etapa en la que se encuentre el proceso, una vez al mes los convencionales tendrán semanas territoriales.
Instalación, participación popular y consulta indígena:
Estas etapas están respaldadas bajo principios escritos en el Reglamento de la Convención. El principio de Participación Popular incidente es el primer paso, dado que es necesaria la participación ciudadana efectiva durante el periodo de trabajo de comisiones definitivas, que ya está en marcha.
Entre el lunes 8 de noviembre y el 6 de enero rige el plazo para inscribir iniciativas populares, que tienen que contar con 15.000 firmas. Durante ese periodo y hasta el 7 de febrero se trabajara en Comisiones para evaluarlas.
Paralelamente, se trabajará el proceso de consulta indígena que está directamente sujeto a lo que la Comisión de Derechos de los Pueblos Indígenas y Plurinacionalidad decida en términos de implementación de participación y consulta indígena vinculante. Este ítem contará con flexibilidad programática, pero se trabajará paralelamente en la etapa 1 y 2.
Deliberación y votaciones:
Desde el 7 al 11 de febrero se harán los plenos enfocados a los debates y votaciones. En esta instancia se deliberarán las propuestas de normas constitucionales y lo que se recogió del proceso de participación ciudadana y consulta indígena en 21 plenos. Esta fase finalizará el 28 de marzo. Es una etapa clave, porque se debe solicitar la prórroga del trabajo constituyente entre el 20 y 30 de marzo para que sea efectiva.

Las primeras semanas de abril estarán destinadas a la votación de normas rezagadas y a las que no se haya llegado a acuerdo, por lo que se incluirán en la papeleta del único plebiscito dirimente contemplado, cuya fecha es el domingo 29 de mayo.
Armonización:
La semana entre el 25 y 29 de abril se formará la Comisión de Armonización, que se encargará principalmente de revisar la concordancia, consistencia y coherencia de las normas constitucionales que se hayan incorporado en la propuesta de Constitución. Esta instancia no se hace cargo de temas de contenido.
Cuatro semanas de plazo tendrá la comisión, compuesta por 40 constituyentes, para revisar la propuesta final. Este documento se entregará en la semana del 27 de junio y 1 de julio al Presidente o Presidenta de la República. La principal autoridad nacional tiene 60 días para llamar al plebiscito de salida. Δ
EL PAPEL DE LA SECRETARÍA TÉCNICA
Virginie Lousieau, Rodrigo Bermúdez, Pablo Rubio y Guillermo Fernández constituyeron la Secretaría Técnica de la Convención para asesorar y presentar un Cronograma de Trabajo para su aprobación en el Pleno. Esta tentativa “fue mejorada con la cooperación de la mesa directiva y distintos colectivos que trabajaron muy intensamente para tener una propuesta satisfactoria a los estándares de participación que se ha fijado la convención y sus distintos reglamentos”, según aseguró el vicepresidente Jaime Bassa.
La propuesta del cronograma consideró un trabajo paralelo entre comisiones y presentación de informes, que fue finalmente aprobado hoy en la sesión plenaria. El rol de la Secretaría continúa, ya que le corresponde dar cuenta del cumplimiento del cronograma aprobado y proponer modificaciones para su ratificación. Sus funciones consideran además reuniones mensuales con la mesa directiva, coordinar las Comisiones y secretarías de la CC con el fin de proponer ajustes en la agenda, y conocer los problemas que cada una pueda presentar.