El 4 de julio de 2021 en el edificio del ex Congreso de Santiago, luego de dos rondas de votación, una entonces desconocida mujer mapuche y doctora en literatura asumió como presidenta de la Convención Constituyente. Fue una jornada considerada histórica entonces y lo sigue siendo hasta hoy. Tras un aplastante triunfo de 95 votos versus los 33 que obtuvo su contendor, Harry Jurgensen (D25), Elisa del Carmen Loncon Antileo tomó la bandera de su pueblo y caminó hacia la testera escoltada por la Machi Francisca Linconao, autoridad ancestral mapuche.
En una jornada marcada por las manifestaciones, las demoras y el simbolismo, la profesora de inglés, con un postítulo obtenido en el Instituto de Estudios Sociales de La Haya en Holanda y la Universidad de Regina en Canadá, emitió un discurso en mapuzungun, en el que puso énfasis en la transformación de Chile en un país “intercultural, plurinacional, que no atente contra los derechos de las mujeres, que cuide la madre Tierra y las aguas».

El mandato de esta mujer, nacida hace 58 años en la comunidad de Lefweluan, en Traiguén, región de la Araucanía, finaliza este 4 de enero. Existen varias candidaturas y un panorama indefinido sobre quién la reemplazará. Al término de su presidencia es posible delinear dos de sus grandes desafíos en la testera: ofrecer un relato para el espíritu de la nueva Constitución y darle vida a un cargo que jamás había existido en el país.
Si bien al inicio su triunfo fue celebrado en Chile y en el extranjero, las dificultades comenzaron desde antes del día uno. Los escaños reservados hicieron desde antes que la Convención comenzara sus funciones.
Los 17 representantes de pueblos originarios prometían formar un bloque que asegurara la plurinacionalidad y su autonomía en la nueva Constitución. Pero, para ellos, la figura que presentarían para la presidencia no estaba clara. El fin de semana anterior a la inauguración se reunieron en una larga discusión telemática que no llegó a buen puerto. Para ellos arribar a acuerdos es -hasta hoy- la principal dificultad.
Sin resoluciones oficiales, seis representantes del pueblo mapuche (solo faltó Natividad Llanquileo) junto al Frente Amplio respaldaron la candidatura de Loncon. Esta señal fue el primer paso hacia una fragmentación: hay quienes no conciben su figura para la representación de todos los pueblos. En ese momento, Isabel Godoy, del pueblo Colla, era quien sonaba con mayor respaldo entre los escaños, pero no logró los votos necesarios para imponerse aunque incluso Llanquileo le dio su voto.
Elisa Loncon cumplía en ese momento con los criterios que la mayoría de los convencionales esperaban para la figura de presidenta: mujer, de región, independiente y de pueblo indígena. Pero pese a su triunfo, logrado pese a no contar con los reservados como un solo bloque, la siguiente valla fue el escaso apoyo del Ejecutivo en el desarrollo del proceso constituyente.
Falta de instalaciones técnicas y físicas necesarias en los primeros días de funcionamiento de la Convención, discrepancias en el presupuesto otorgado y constantes pugnas entre la Mesa Directiva y la Secretaría Ejecutiva de la Convención Constituyente han marcado el enlace con el gobierno de Sebastián Piñera. Hasta el momento, tres personas han asumido como secretarios ejecutivos: Francisco Encina, Catalina Parot y el actual, Matías Cox.
Lograr el aumento del presupuesto para la Convención fue materia de unas cuantas polémicas entre la presidenta y la Segpres. Loncon fue dura en su momento. Indicó en una cuenta pública realizada en Talca que las insuficiencias en el dinero otorgado se basaron “en la incomprensión del quehacer que implica el trabajo constitucional”. Agregó que el dinero contemplado no era suficiente para contar con los asesores y la capacidad de llegar a todo Chile, tal como desde el comienzo la Convención se propuso.
“La figura de Elisa Loncon nos permitió gobernabilidad y llegar a acuerdos como una figura dialogante”. Bastián Labbé
El convencional Bastián Labbé (D20) tiene muy claro que la relación entre la presidenta y el Ejecutivo fue difíci. Pero aclara: “La figura de Elisa Loncon nos permitió gobernabilidad y llegar a acuerdos como una figura dialogante”. Esa función articuladora no fue del gusto de todos. Ya en agosto pasado Loncon era foco de críticas desde la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) por “someterse al pacto colonial”. Ni la intransigencia de Loncon frente a algunos puntos, ni los acuerdos y concesiones a los que llegó para avanzar lograron amainar las críticas hacia ellas desde un frente u otro.
Pasadas las primeras dificultades se abrió para ella otro flanco. Esta vez desde sectores de la ciudadanía, que descalifican su mandato. Su figura recibe constantes críticas desde redes sociales, por ejemplo.
La desinformación y el discurso de odio han sido parte de la ruta de la Convención desde el día uno. Las etiquetas #RenunciaLoncon, #circonvención y bulos con ánimos injuriosos, como fue el caso del diputado Sergio Bobadilla, son algunos ejemplos.
César Uribe, convencional por el distrito 19, destaca la capacidad del dúo formado por Loncon y el vicepresidente Jaime Bassa de instalar “un órgano institucional que nunca se había creado en Chile, con las dificultades que existieron y con una campaña comunicacional de desprestigio bastante feroz en redes sociales”. La desinformación y el discurso de odio han sido parte de la ruta de Convención desde el día uno. Las etiquetas #RenunciaLoncon, #circonvención y bulos con ánimos injuriosos, como fue el caso del diputado Sergio Bobadilla, son algunos ejemplos.

Tan intensos han sido los ataques que el equipo de Demoscopia Electrónica del Espacio Público (DEEP) de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso se dedicó a estudiarlos. Detectó que 8.048 cuentas participaron en intervenciones en línea contra el órgano constituyente, principalmente concentrados en Elisa Loncon, tanto por ser mujer como por ser mapuche. Las arremetidas en su contra no han sido solo a través de una pantalla. También las ha habido dentro del hemiciclo o las salas del ex Congreso.
Es ahí donde los sectores más conservadores, los que apoyaron el Rechazo en el plebiscito que dio origen a la Convención, han interpelado directamente el desempeño de la presidenta. Por sus posturas políticas; por su intento de representar a los pueblos originarios en un puesto que consideran debe ser “neutral”, y sobre todo por la situación en La Araucanía. Teresa Marinovic (D10) acusó a Loncon de “incapacidad de llamar a deponer las armas» en la zona. En la cuarta sesión del Pleno la encaró: “Cuando se incluyen criterios de escaños reservados se dan por sentado que ellos son los que mejor representan a los chilenos con ascendencia indígena y eso no es así. La ascendencia indígena está en todos los chilenos, no sólo los que los eligieron a ellos”.
«Por primera vez en la historia, los pueblos indígenas están participando en la vida del estado como representantes de sus naciones originarias, y la presidenta Elisa representa siglos de sus sueños y luchas».
En la misma línea vino esta otra frase: «Usted no ha sido capaz de condenar jamás el actuar de estos grupos terroristas que no representan bajo ninguna circunstancia al pueblo mapuche». La dijo el constituyente Eduardo Cretton (D22), dirigiéndose a la presidenta durante un pleno en noviembre.
Pero mientras eso pasaba en los frentes internos, y en un claro contraste, el foco de la prensa internacional elevó a Elisa Loncon a una posición muy relevante. El 15 de septiembre, la Revista Time -una cabecera periodística norteamericana muy prestigiosa y ya clásica- la destacó como una de las 100 personas más influyentes de 2021. En su texto señala que «por primera vez en la historia, los pueblos indígenas están participando en la vida del Estado como representantes de sus naciones originarias, y la presidenta Elisa representa siglos de sus sueños y luchas».
El prestigioso medio económico británico, Financial Times también mencionó a Elisa Loncon entre las 25 mujeres más influyentes de 2021. Para ese medio, considerado uno de los más creíbles del mundo en su área, la académica «ha aportado un liderazgo tranquilo y con los pies en la tierra, y en general ha evitado involucrarse en los conflictos que la rodean». En el texto que acompañó su reconocimiento, Kirsten Sehnbrunch, profesora de la British Academy y ex investigadora de la Universidad de Chile, dijo: «Una mujer indígena de una remota comunidad mapuche en el sur de Chile preside ahora una de las tareas más importantes y complejas de la historia reciente del país”.

Otro reconocimiento externo vino del Gobierno Vasco, que el 10 de diciembre, día internacional de los Derechos Humanos, le otorgó el premio René Cassin de Derechos Humanos 2021. Se espera que Loncon viaje este 19 de enero a recibirlo. Bastián Labbé, quien tiene una evaluación muy positiva de sus seis meses de mandato, dice: “Fue una exponente de la CC hacia el mundo”.
Pese a las críticas y las tensiones, y que si figura no concita unanimidad, al interior de la Constituyente, se reconocen su gestión. El convencional César Uribe (D19) afirma: ”La figura de Elisa fue y es muy significativa para el proceso. No solamente en Chile, sino que a nivel internacional. Tener una mujer mapuche liderando este espacio, este poder originario que va a crear un nuevo Chile”. Uribe considera que el primer tiempo de la CC a cargo de Loncon fue beneficioso para “establecer el reglamento y a la CC como institución y para dar curso a las propuestas normativas”.
“Quien haga un análisis negativo (al desempeño de Loncon) está siendo egoísta e injusto. Porque nadie se había enfrentado antes a levantar un órgano del ejercicio del poder del Estado desde cero. Nadie había nacido con la idea siquiera de que iba a ocupar ese puesto”. Manuel Woldarsky
El convencional Manuel Woldarsky (D10) explica que quien haga un análisis negativo al desempeño de Loncon «está siendo egoísta e injusto» y explica: «Nadie se había enfrentado antes a levantar un órgano del ejercicio del poder del Estado desde cero. Nadie había nacido con la idea siquiera de que iba a ocupar ese puesto”.
Marcos Barraza (D13) manifiesta que en realidad el segundo mandato, el que comenzará a partir del 4 de enero, tendrá incluso más responsabilidades que las que enfrentó la mesa liderada por Loncon, dado que debe sacar adelante la redacción de normas y hacer realidad la nueva Carta Magna.
El 30 de diciembre, en su último Pleno, Elisa Loncon reflexionó ante lo que proyecta ver en los próximos meses de la Convención. En un último discurso como presidenta envió mensaje y una petición a sus compañeros: “Madurez política. No me gustaría escuchar ninguna mentira en el pleno. Avancemos, crezcamos y maduremos“. Δ