Levantar la mirada y reflexionar. Así de claro. El vicepresidente de la Convención Constitucional, Jaime Bassa (Apruebo Dignidad), invitó a una Reflexión Constituyente para tratar temas tan decisivos como la crisis climática. Estas conversaciones pretenden acercar la Convención a diferentes actores que pueden contribuir al ciclo de transformaciones que vive Chile.
La primera sesión se realizó este jueves. Maisa Rojas dio la partida exponiendo sobre la crítica situación del medio ambiente. La académica de la Universidad de Chile y directora del Centro de Ciencias del Clima y la Resiliencia presentó el informe IPCC-Grupo de expertos aprobado por 230 países y enfatizó sobre las consecuencias del aumento de la temperatura del planeta de hasta 1,5 grados.

“Es indiscutible que las actividades humanas están causando el cambio climático, haciendo que los eventos climáticos sean extremos. Debemos enfrentar las causas con mitigación y las consecuencias con la adaptación. Se debe pensar en los más vulnerables, en la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas, así como también resguardar los intereses de las generaciones futuras”, señaló la científica.
Rojas fue severa. «Los cambios son irreversibles, nos acompañarán por todo lo que queda de siglo. Sin embargo, tenemos una oportunidad única para limitar el calentamiento: la reducción de gases”, dijo.
Luego fue el turno de Alejandro Aravena. El arquitecto hizo parte de su presentación con apuntes a la antigua: papel y lápiz. Aravena, que ha desarrollado edificios emblemáticos para universidades chilenas y estadounidenses, se distingue en su empeño por erradicar la desigualdad social y ese fue uno de sus focos. El concepto de incrementabilidad que ha desarrollado con su empresa Elemental es un cambio de paradigma en la manera de proyectar viviendas para los sectores más pobres.
Para Aravena la vivienda (también la social) es una inversión -tal vez la más importante de la vida- y no un gasto social. “Existe acuerdo en que tenemos un problema serio de inequidades. La ciudad podría funcionar como un atajo hacia la equidad”, enfatizó durante su presentación en el pleno de la Convención.

Aravena expuso: «Hay una sabiduría al establecer prioridades que puede venir de los procesos de participación. En el concepto de ‘vivir juntos’ uno sabe algunas cosas, la gente sabe otras y ese es el conocimiento que necesitamos hacer converger».
Otra arista fue el transporte público: “Hay un rol redistributivo en el transporte, que puede acercarnos a mejorar la calidad de vida. Lo mismo pasa con la vivienda y con la infraestructura. Proyectos de transporte público pueden corregir calidad de vida en un plazo relativamente corto». Y como complemento afirmó: “Una ciudad se mide por lo que en ella se puede hacer gratis. El rol del espacio público es mejorar la calidad de vida sin tener que pagar por ello”. Δ