Rodrigo Osorio, don Rorro, tuvo un complicado accidente de bicicleta a comienzos de abril. Así, con el brazo inmovilizado, llegó al ex Congreso para presentar junto a colegas músicos, actores y directores, sus demandas por el derecho de autor. Sin duda, las intervenciones de la SCD ( Sociedad Chilena de Autores e Intérpretes Musicales), la organización que Osorio preside, han sido de las más celebradas en las afueras de la Convención. La música de Tommy Rey o de Quilapayún han ayudado a aliviar jornadas largas y tensas, como las que se repiten entre Morandé, Catedral y Compañía, en pleno centro de Santiago.
El dirigente y vocalista del grupo Sinergia comparte aquí su visión sobre el trabajo que está desarrollando la Comisión 7.
-¿Cómo se ha desarrollado la presentación de los temas de interés de la SCD frente a los integrantes de Sistemas de Conocimientos?
«Esta Comisión aborda temas que son relevantes para todo el sector cultural, por ello como organización hemos estado atentos a lo que allí se discute. En particular, pudimos participar activamente en la discusión sobre el artículo que consigna los derechos de autores e interpretes. Fuimos invitados a exponer nuestros puntos de vista como representantes de un amplio sector creativo como es la música, participando de las sesiones junto a creadores emblemáticos como Valentín Trujillo. Para nuestro sector es de suma relevancia que los derechos de autores e intérpretes queden consignados en la futura Constitución, así como lo han estado por casi 200 años. Para eso hemos hecho un esfuerzo por transmitir este mensaje no solo a la Comisión sino también a todos los constituyentes».
«Tuvimos la oportunidad de decirle a la propia Ministra lo inconvenientes que resultaron sus dichos. No sólo en cuanto a las tesis que deslizó en ellos, sino además en cuanto a la pertinencia y oportunidad». Sobre declaraciones de Julieta Brodsky, titular de Cultura, que enfrentaron el derecho de autor con el derecho de acceso a la cultura
-¿Se plantea de manera adecuada el articulado sobre el derecho de autor y derecho al acceso a la cultura en el Informe que llegó al Pleno?
«Creemos que hay un concepto errado en la génesis de este articulado, ya que partió de la premisa de que hay una contraposición entre ambos derechos. Hemos sido enfáticos en manifestar nuestro total desacuerdo con esa afirmación, ya que todos los análisis apuntan a que proteger la creación es la única manera de incentivarla y, con ello, fortalecerla, para su mayor goce y disfrute de la comunidad. También hemos sido entusiastas en demandar la presencia de los derechos de autores e intérpretes en la nueva Constitución, puesto que no consignarlos sería un retroceso en la materia, y dejaría a los autores y al mundo cultural en peor situación que con esta Constitución.
El nuevo artículo referente a este tema se aprobó en la Sistemas de Conocimientos el martes 19 de abril y próximamente será sometido al Pleno. Si bien corrige algunas deficiencias respecto del anterior y cumple con establecer la relevancia de resguardar la creación, a sus autores e intérpretes, creemos que tiene una tremenda contradicción en su cuarto inciso. Hemos sido enfáticos en manifestar nuestro absoluto desacuerdo con la inclusión de ese párrafo referido al fortalecimiento del dominio público que, además de no tener mayor sentido ni justificación, abre la puerta a eventuales vulneraciones al Derecho de Autor. Lamentamos que la Comisión haya aprobado esa indicación, que esperamos el Pleno pueda rechazar».
«El Derecho de Autor es una materia que un poder independiente, como es la Convención Constitucional, está discutiendo en una fase determinante, por lo que en ningún caso corresponde que otras autoridades incurran en conductas que pueden ser leídas como potencialmente intervencionistas».
-¿Cómo influyen en la agenda de la Convención las declaraciones de la ministra Julieta Brodsky a CNN en que, según organizaciones artísticas, enfrentó el derecho de autor con el derecho de acceso a la cultura y habló de poner «ciertos límites» en el primer caso?
«Tuvimos la oportunidad de decirle a la propia Ministra lo inconvenientes que resultaron sus dichos. No sólo en cuanto a las tesis que deslizó en ellos, sino además en cuanto a la pertinencia y oportunidad. En estos momentos, el Derecho de Autor es una materia que un poder independiente, como es la Convención Constitucional, está discutiendo en una fase determinante, por lo que en ningún caso corresponde que otras autoridades incurran en conductas que pueden ser leídas como potencialmente intervencionistas. De todos modos, la Ministra en su declaración posterior recalcó su compromiso con los artistas y el sector creativo en general, y se comprometió a generar una agenda de fortalecimiento de estos derechos, para la cual por cierto estamos disponibles para colaborar».
-Históricamente los temas culturales y científicos han sido desplazados en la institucionalidad chilena. De hecho, son los ministerios más «jóvenes» establecidos por los últimos gobiernos. ¿Cree que la comisión y sus propuestas han podido paliar en algo esta situación?
«Se ha visto que entre las y los convencionales hay más preocupación por los llamados Derechos de Segunda Generación que la vista históricamente en otras instancias. Valoramos que áreas como la Cultura estén más presentes en los debates. Sin embargo, éstos aún se encuentran abiertos y el resultado al que lleguen es incierto, tal como lo ejemplifica la propia discusión en torno a los derechos de autores e intérpretes. Por lo mismo, creemos que aún es temprano para dar una respuesta más concluyente a esta pregunta». Δ