Dos semanas pasaron entre que el convencional Rodrigo Rojas Vade reconoció que nunca padeció de cáncer -enfermedad que le sirvió de bandera de lucha para llegar ser electo- y su renuncia indeclinable a la Convención Constitucional. Ambas declaraciones fueron hechas por medio de videos que se viralizaron en redes sociales. Según datos entregados por su abogado, Tomás Ramírez, los males de los Rojas Vade sufre son sífilis, la enfermedad de Behcet y púrpura trombocitopénica idiopática y no VIH como se especuló en un comienzo.
Según análisis hechos por expertos en comunicación no verbal, en el primer video quien es conocido como “Pelao Vade” mostró miedo, ansiedad y frustración junto con la sensación de que él también era una víctima. En la segunda pieza hay cambio, y muchos: el convencional sabe que tiene encima una investigación de la Fiscalía, mientras una gran mayoría de los constituyentes, incluida la presidenta Elisa Loncon, cree que debe alejarse.
Experto uno: «Es el hijo pródigo»

“En el primer video es notorio que ‘está solo’ enfrentando la situación. Es una comunicación obligada”, dice Carlos del Valle, periodista y doctor en ciencias de la comunicación de la Universidad de La Frontera. Es posible observar en Vade “el típico caso donde alguien debe enfrentarse al mundo y a sí mismo, porque no tiene otra opción. Se advierte la encrucijada de ‘asumir el peso de una realidad que lo supera'».
Para Del Valle la figura que Rojas Vade busca instalar está clara: “Es el hijo pródigo que regresa a casa luego de purgar sus penas». El experto destaca que la estética y la claridad en los ojos de Vade en la segunda pieza son clave. Considera que el cierre del video es antológico: “Cuando dice ‘un país digno en el cual quienes cometen errores los reconocen y asumen sus consecuencias’ está en pleno la figura sacrificada en el altar de la Convención pero a la vez redimida de su ‘pecado’. Es limpio en contraste con la impureza y opacidad del primer video. Es el hijo pródigo de la CC”. El experto considera que el «sacrificio» de Vade es su renuncia, ya que debe alejarse por completo para devolver legitimidad que su mentira empañó.
“Cuando dice ‘un país digno en el cual quienes cometen errores los reconocen y asumen sus consecuencias’ está en pleno la figura sacrificada en el altar de la Convención pero a la vez redimida de su ‘pecado'». Carlos del Valle, doctor en ciencias de la Comunicación.
En el segundo video, donde Rojas Vade comunica su renuncia a la CC, “es notorio el cambio estético de la imagen, es más nítida y menos opaca”. Se presenta una persona “prácticamente redimida de su error, pero no de las consecuencias del mismo”, dice el especialista.
Experto dos: «Intenta generar compasión»
Andrés Reyes, actor y coach organizacional especializado en comunicación, dice que en el segundo video Rojas Vade tiene mayor consciencia de lo que significa comunicar políticamente a través de una pieza audiovisual. Sabe que ese material será presa de un análisis exhaustivo y que puede tener consecuencias.
Por el tipo de encuadre, añade Reyes, es difícil acceder a toda su expresión corporal, pero se puede observar que realiza varios movimientos de cabeza hacia la izquierda, lo que “generalmente está más conectado con una actitud positiva y de cercanía en términos emocionales”.

Es posible ver la misma ansiedad que en el primer video, pero “esta vez intenta ocultar el estrés a través de la monotonía de su voz, sin inflexión ni compromiso para hablar”. Aunque su voz sea neutra, sus hombros se van hacia abajo, conectando con “la pena y melancolía, a la vez que trata de generar empatía”. Hay gestos en el rostro, como alzar el mentón hacia arriba, que -según Reyes- demuestran “arrogancia o autoritarismo”. El experto agrega: “Se nota que no le gusta hacerlo y no se siente cómodo”.
El actor distingue entre ambos videos una diferencia en los movimientos de Rojas Vade. Mientras en el primero lo hace con naturalidad, de acuerdo a la situación que enfrenta, en el segundo está quieto, lo que indica “mayor formalidad y control”. Reyes agrega: “Lo que intenta generar es compasión, aunque sin perder el estatus y lo trata de lograr a través de esta quietud”.
Experta tres: «No se responsabiliza de sus acciones»

Consuelo Gajardo es doctora en Lingüística y especialista en análisis del discurso de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Dice que Rodrigo Rojas Vade destaca positivamente el rol de la Convención Constituyente en el país y ve su presencia en ella como una «dificultad»: «Califica su mentira como ‘un error muy grave’, esto es una apreciación negativa de valoración social. Sin embargo, él descarta que se trate de un “delincuente”, una expresión que constituye un juicio de sanción social con mayor carga valorativa negativa», explica.
En este segundo video, el convencional intenta posicionarse como una persona digna e íntegra moralmente, al decir “no aceptaré dinero por los días que no trabajaré sin justificación”, dice Gajardo. La especialista en lingüística agrega: «Cuando se refiere a que la Constitución ‘debe reflejar un país digno, donde quienes cometen errores, los reconocen y asumen sus consecuencias’, llama la atención que no se responsabiliza de sus acciones, abriendo el espacio dialógico para referirse impersonalmente a ‘quienes’ cometen errores, en vez de incluir su voz en el discurso». Δ
Mira el segundo video de Rojas Vade aquí: