El 26 de octubre, la constituyente Teresa Marinovic realizó un discurso de apertura lleno de emplazamientos disruptivos y virulentos hacia algunos -la mayoría- de sus pares convencionales. “Buenismo hipócrita”, “parásitos”, “mediocres” fueron algunos de los calificativos que usó para dirigirse a un sector del pleno del que ella no forma parte.
Su lenguaje corporal, su impronta y su forma de expresarse nos llevaron a la pregunta del porqué de su discurso. Mientras la mayoría de sus colegas apeló a experiencias personales, dolores o expectativas de un nuevo Chile, Marinovic atacó. Buscamos entender por qué alguien, en este caso una heredera de la tradición política de derecha, siente que puede usar palabras así de duras.
La analizamos porque lo amerita: fue la segunda mayoría en su circunscripción. Convencional con cupo independiente de Vamos por Chile, consiguió 39.814 votos en el Distrito 10, ese que se posicionó como el más competitivo y codiciado de todo el país. Tras la votación, Marinovic se instaló como la segunda mayoría en su circunscripción sólo después de Fernando Atria (FA).
Cerca de 8 minutos duró su discurso de apertura, que no es su única intervención polémica. Probablemente su emplazamiento más grave es que le hizo a la machi Francisca Linconao. En esa oportunidad, Marinovic calificó de “show” el que Linconao usara su lengua materna, el mapuzungun. También ha sido muy crítica respecto al proceso en su cuenta de Twitter, donde tiene 277 mil seguidores: “Preparándome para el pleno de mañana en que discutiremos aumento asignaciones. No sé qué habrá en mayor cantidad: si resentimiento o victimismo”.
¿QUIÉN ES TERESA MARINOVIC?
La convencional representa al Distrito 10 de la Región Metropolitana, conformado por las comunas de La Granja, Macul, Ñuñoa, Providencia, San Joaquín y Santiago. Tiene 48 años y figura como miembro independiente pro Partido Republicano de la lista Vamos por Chile. Tiene nueve hijos y su actual pareja es el abogado Enrique Alcalde Rodríguez, integrante de la Corte Suprema. Marinovic realizó sus estudios secundarios en el Colegio Santa Úrsula, de la Congregación de Ursulinas Alemanas de Santiago, y se graduó como licenciada en Filosofía en la Universidad de los Andes. Trabajó una década como profesora universitaria en las cátedras de antropología filosófica, teoría de la verdad y teología. Además, ha sido columnista en El Mostrador, Radio Bío Bío y LUN. Desde 2018, es la directora ejecutiva y parte del comité creativo de la Fundación Nueva Mente.
¿Cómo empezó su carrera en la política?
Se dio a conocer como una columnista mediática. La tendencia era su fuerte crítica al gobierno de Michelle Bachelet y al segundo periodo de Sebastián Piñera. A finales de 2020 fue propuesta por el Partido Republicano para ser incluida como candidata a la Convención Constitucional.
¿Qué dicen de ella los datos de transparencia activa?
Según la declaración de intereses y patrimonio para funcionarios y autoridades, Marinovic no registra bienes inmuebles en Chile ni en el extranjero. Tampoco cuenta con bienes como vehículos motorizados o aeronaves.
Teresa Marinovic tuvo su primera aparición pública en medios en el diario electrónico El Mostrador. Fue ella misma quien hizo llegar una columna sobre la problemática mapuche al equipo editorial. La consideraron polémica y provocativa, pensaron que marcaría diferencia con la propuesta del medio e iría más allá de lo políticamente correcto, así que aceptaron su propuesta de escribir textos semanalmente.
Una visión desde los medios
Al comienzo hubo personas del equipo periodístico del diario que dudaron de su existencia: pensaban que era uno de los editores escribiendo con un seudónimo. La idea de fondo era demostrar que hay tanta división en el país que unos no se enteran de cómo piensan otros. «En Cachagua -explica una fuente- se hablan las mismas cosas que Marinovic opina públicamente. A diferencia de la tradición de su grupo social, que tiende a ser más recatado al expresarse en público, Marinovic se destaca por estar conectada con lenguajes que llaman la atención en redes sociales. Se caracteriza por “llevar las cosas al extremo”, relatan personas que conocen su relación con los medios. Tras El Mostrador, fue columnista de radio Biobío y de Las Últimas Noticias.
«Lo que buscan (los medios) son contenidos que generen más tráfico, no el contenido de mayor calidad, si no el más conflictivo, el más emocional, el más aterrador». Luis Enrique Santana, Académico UAI
Luis Enrique Santana, académico UAI y director del programa Formando Ciudadanía Digital, cree que la aparición de Teresa Marinovic como columnista refleja una parte de la realidad de los medios de comunicación: “Cuando los medios se financian exclusivamente en base a avisaje los obligas a buscar clics. Cada clic les da dinero, así que lo que buscan son contenidos que generen más tráfico. No el contenido de mayor calidad, si no el más conflictivo, el más emocional, el más aterrador. El líder identitario sabe esto, entonces le provee de contenidos emocionales y aterradores para ciertos grupos. Es un círculo perverso».
Santana analiza en general las características de los liderazgos surgidos al alero de medios y plataformas como redes sociales: «Son personas que se comunican bien, en el sentido de que son capaces de imaginar bien una audiencia y generar mensajes que le haga sentido a esa audiencia. Los liderazgos en redes sociales y los nuevos movimientos tienden a ser más identitarios o más individualistas. Digamos que el interés individual se une con otro que piensa lo mismo y así son muchos individualismos juntos en un solo plano. A diferencia de las grandes ideologías, que aunaban muchos ámbitos, hoy tenemos movimientos fuertes feministas, LGBTI+ y también conservadores: todos se unen de acuerdo a una temática».
Perspectiva histórica
Doctor en Historia de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Manuel Gárate es especialista en historia de las ideas y prácticas económicas en el Chile de la segunda mitad del siglo XX. Le llaman la atención el tono y las palabras que Marinovic utilizó: “Es una performance de indignación. Representa a un sector que está indignado. Además, esta performance se sostiene en un personaje que se ha construido de tal manera que, al momento de mostrarse dialogante, sus electores podrían acusarla de traidora o de no merecedor dicho apoyo».

Gárate piensa que este mensaje no representa a toda la derecha y afirma que lo que se esconde detrás de esta actitud es miedo: “Yo creo que es uno de los elementos que lleva a las personas a sobreactuar o a sobrerreaccionar”. El miedo de los sectores más conservadores proviene de la incertidumbre, agrega: “No saben cuál es el Chile que viene y probablemente sea bastante distinto del que tradicionalmente ellos se manejaron en control del capital económico y cultural”.
Otro aspecto interesante del discurso, según él, es el uso de la palabra parásitos. Explica que ésta es una forma muy fuerte de deshumanización del otro: “Históricamente, todos los discursos del odio que han terminado en la destrucción de un otro, previamente lo han deshumanizado. Se puede ver en los genocidios de la primera guerra mundial, de la segunda guerra mundial y en la guerra de Yugoslavia”.
“Hay que tener en consideración que estos discursos son documentos históricos. Este refleja cómo la convencional Teresa Marinovic quiere ser recordada”, dice Pablo Artaza, magíster en historia y especialista en Historia Social de Chile Contemporáneo. Académico de la Universidad de Chile y especialista en Historia concuerda con Gárate: “El espacio de enunciación que utiliza Marinovic está situado en una trinchera poco habitual, porque en vez de exponer un planteamiento sólo reacciona frente al temor que experimenta”.

“Hay que tener en consideración que estos discursos son documentos históricos y en el fondo refleja cómo la convencional Teresa Marinovic quiere ser recordada”. Pablo Artaza, académico de la Universidad de Chile.
Artaza explica que en el espacio de enunciación de Marinovic existe un componente implícito de clase y de raza que la sitúa por sobre los otros: “Argumentalmente no dice nada, pero deja ver que la elite sabe manejar el país y los otros no. Hay una descalificación hacia los derechos conseguidos por pueblos indígenas y el Chile popular”. El académico añade: «Ella le habla a una elite reformista tradicional que no está ahí en la CC», y establece un elemento central en el discurso de Marinovic, el cambio: “Quieren cambiar el último vestigio de lo que somos” y “quieren cambiar el orden natural de las cosas”.
Según él, su discurso está extremado: “Al hablar de una amenaza y un peligro, defiende una posición de privilegios que históricamente en Chile demuestra desborde. Es parecido a los últimos discursos políticos de Jose Antonio Kast”. Artaza cree que este discurso podría haber funcionado mejor en el Parlamento: «Se le mezclan las pesadillas cuando les habla a quienes podrían ganar con Boric y a sus pares convencionales».
Hipótesis: una performance

“Es un discurso especialmente potente, en el buen y el mal sentido. Uno de los más fuertes de la Convención y claramente un discurso que va en contrasentido al tono del resto de los convencionales”, afirma Carlos Durán Migliardi, sociólogo político y experto en análisis del discurso. Explica que las palabras de Teresa Marinovic están cargadas de “adjetivos afectivos» que buscan «movilizar una apreciación emotiva respecto a un determinado actor o conjunto de actores”. Lo que la convencional representa -según él- es una performance: “Quiere distanciarse de un grupo de la CC que serían los ‘parásitos’, lo ‘mentirosos’, las ‘víctimas’ o los cómplices pasivos de las ‘mentiras’ de la Convención”. En contraposición -añade- Marinovic “es capaz de ponerse por fuera de ese lugar, marcando con total y absoluta claridad no pertenecer a aquel grupo que está más a su izquierda”.
Las duras apreciaciones valóricas de la convencional hacia algunos de sus compañeros son “actos de habla donde ella no solo dice cosas, sino que mediante sus palabras y adjetivos construye una frontera que la separa de modo radical y completo del conjunto de convencionales a los que se refiere”.
«Una suerte de performance del atrevimiento, de la idea del ‘atrévete’ puesta incluso en una de las candidaturas presidenciales».
El sociólogo contextualiza: “El mundo afín a las ideas conservadoras y la derecha política lo ha pasado muy mal desde el estallido social en 2019”. Él cree que en su discurso, la convencional intenta poner en discusión que “se pueden volver a poner en pie» en la medida en que sean «arrojados y valientes» y que se pongan «de frente ante una mayoría circunstancial”, que representada por los grupos de convencionales de izquierda e independientes. Asimismo, busca demostrar -comenta Durán- que es quien “se atreve a levantar la voz y denunciar”.
Desde la perspectiva de Durán, Marinovic está realizando “una personificación». Es -explica- «una suerte de performance del atrevimiento, de la idea del ‘atrévete’ puesta incluso en una de las candidaturas presidenciales”, en referencia al eslogan del candidato José Antonio Kast: “Atrévete Chile”. Compara asimismo sus argumentos con “el tipo de discurso presente en la historia de las derechas mundiales, muy incidente en la nueva derecha del expresidente estadounidense Ronald Reagan en los años 80’”.
«Ustedes nunca sabrán cuáles son las circunstancias que sufren esas mujeres, pero yo sí». El sociólogo Carlos Durán sobre un aspecto del discurso de Marinovic
Esta clase de discursos, explica Durán, pretenden “ser una denuncia de las capas medias progresistas, que viven del levantamiento de causas financiadas por el Estado y de organizaciones sin fines de lucro”. En ese sentido -añade- Marinovic intenta “ubicar a los convencionales que están a su izquierda en el lugar de una elite que aprovecha cada espacio para usufructuar y generar beneficios personales en un discurso de supuesta empatía”. Un ejemplo claro de eso sería el emplazamiento a las convencionales feministas: “Ustedes feministas en realidad lo que hacen es construir un discurso que les permite obtener cargos públicos y espacios de representación, pero su atención no está puesta en las mujeres. Ustedes nunca sabrán cuáles son las circunstancias que sufren esas mujeres, pero yo sí”.
Lo no verbal
Una cosa son las palabras, dichas o no dichas. Un complemento a eso es el lenguaje no verbal y las pistas que puede entregar acerca de la personalidad o del momento de Marinovic en el Pleno. “Es un discurso leído, reflexionado y meditado, no es un arranque de ira”, observa Sonia El Hakim, directora del Máster en Comunicación no verbal y habilidades directivas de la Universidad Europea Miguel de Cervantes y presidenta de la Asociación Española de comunicación no verbal.
Su trabajo consiste en la detección y análisis de mentiras a través de interrogatorios, investigación psicológica del delito y perfilación indirecta de la personalidad. Debido a la mascarilla -explica- es difícil acceder al resto de sus facciones pero “se puede ver cómo frunce el ceño y es congruente con su voz y refleja sinceramente lo que siente”.
«Es un discurso leído, reflexionado y meditado, no es un arranque de ira». Sonia El Hakim, sobre los movimientos de Marinovic
El Hakim no está convencida de que Marinovic intente montar un personaje en su discurso. Para ella, probablemente, “se debe a la circunstancia pública y política que implica que hable de forma más vehemente , con más gesticulación y más dureza”.
Voces al interior de la Convención, colegas de Teresa Marinovic, afirman que ella no suele ser así en las jornadas cotidianas. Añaden que en general no tiene malas relaciones: «A veces se le ha visto ser inoportuna con otras personas y transita por una franja ambigua que, a veces, roza la violencia». Nicolás Nuñez (D16) la citó durante su discurso cantado: «Yo soy un constituyente, la Tere no está demente. Yo soy un constituyente, sólo es un poco imprudente».
Teresa Marinovic fue consultada por Votamos Todos sobre su discurso y fue invitada a participar de este reportaje, pero no se obtuvo respuesta suya. Δ