Por Jessica Herrera y Rodrigo Córdova
Un rechazo para avanzar fue la frase del fin de semana que acaba de terminar. Un rechazo para avanzar es lo que propuso, el sábado 4 de junio, la coalición de derecha Vamos por Chile al revelar su postura oficial para el plebiscito del 4 de septiembre: votarán en contra del proyecto de nueva Constitución. En un gesto programático de unión, la UDI, Renovación Nacional y Evópoli realizaron consejos generales paralelos para llegar una posición común frente a un borrador al que aún le resta un mes de trabajo para ser entregado. Junto con ese anuncio, los partidos aprovecharon de prometer que trabajarán para proponer mecanismos de reforma a la Constitución vigente, la de 1980.
La Unión Demócrata Independiente se reunió en el Hotel Torremayor de Providencia. Su discurso indica lo siguiente: «Chile necesita una nueva Constitución, que genere un amplio consenso, que sea la casa de todos y no solo la de algunos». A se añade: «Lamentablemente, vemos que una mayoría de convencionales constituyentes ha fracasado en su mandato de entregarnos una Constitución que nos una y que nos dé estabilidad y paz».
RN decidió con un 97% de preferencias optar por el rechazo en el plebiscito de salida. Por un Chile unido, RN rechaza es la consigna que se acompaña del siguiente texto: «Defenderemos la libertad y las bases de la institucionalidad democrática».
Evópoli realizó su reunión en el mismo edificio del ex Congreso. En un comunicado público se sentencia así: «El deficiente trabajo realizado por la Convención, por su maximalismo, afán refundacional y cuestionable espíritu democrático, nos obliga a rechazar la propuesta».
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Son tres argumentaciones distintas para la misma posición. Tras el anuncio, la primera reacción general fue que no había sorpresa: son los partidos a los que pertenecen a los principales precursores del rechazo en el plebiscito que permitió el proceso constituyente. Sus representantes dentro de la Convención han sido particularmente críticos, casi desde el comienzo, con el avance, la gestión, el proceder y los resultados del proceso. Y, aunque permanentemente concurrieron con sus votos durante los Plenos deliberativos, al punto que hubo normas aprobadas por altísimas mayorías, también es cierto que acusaron permanentemente sentirse excluidos e incómodos.
Un estudio de la Fundación Interpreta, que posee un Observatorio sobre Odio, Racismo y Xenofobia, analizó 7.389.067 menciones en redes sociales sobre la Convención Constitucional. Los datos que arroja permiten concluir que desde el comienzo del funcionamiento de la Convención, hay menciones sobre la opción Rechazo de Salida. La fundación informa que un usuario promedio del rechazo ha tuiteado en promedio 16,3 veces en contraste con un del apruebo, que lo ha hecho 4,61 veces.

Una de las convencionales que participaron de la redacción del borrador constitucional durante estos últimos once meses y que hizo campaña por el rechazo para el plebiscito de entrada es Rocío Cantuarias (independiente por Evópoli). La constituyente por el distrito 20 publicó en sus redes sociales las razones por las que quería formar parte de la CC: «Porque voté Rechazo y perdí. Porque perdiste tú y millones de chilenos que pensamos lo mismo y hoy sufrimos las consecuencias».
De todos modos, ya antes de conocerse la postura oficial de los partidos de Vamos por Chile, otros grupos han puesto la voz de alarma y han anunciado que votarán rechazo. Están Reforma la Reforma, Amarillos por Chile y La Coordinadora, entre otros. La Coordinadora, por ejemplo, indica: «Los chilenos que creemos en la democracia tenemos que admitir que la Convención Constitucional no funcionó como esperábamos». Frente a ese diagnóstico sostienen que es necesario avanzar hacia otro plan.
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«Armonización puede hacer algunos ajustes, pero el texto ya está. Lo que queda pendiente es la transitoriedad y en eso tenemos que seguir aportando. Aún queda espacio para indicaciones y después la votación. Para eso tenemos que seguir, más allá de lo que los partidos hayan planteado el fin de semana». Constanza Hube (UDI)
Pese a la falta de sorpresa, necesariamente esta oficialización del rechazo abre un nuevo escenario en lo que queda de aquí al 5 de julio para los convencionales de la derecha. En este momento, las tres comisiones de salida -Transitorias, Armonización y Preámbulo- están trabajando y quedan Plenos por desarrollar. De todos modos ya hay señales: un sector importante de la ala conservadora, que ha aumentado su posición crítica al interior del hemiciclo en las últimas semanas, se restó de votar en la presentación del primer informe de Normas Transitorias e incluso se levantó un oficio a la Mesa Directiva para dejar inhábil esa votación.
Queda también trabajo territorial pendiente. En algunos casos los grupos han salido juntos sin diferenciar posiciones políticas. Cristóbal Andrade (ex La Lista del Pueblo) ha estado recorriendo su zona, la V Región, para hacer trabajo de difusión junto a convencionales de la Coordinadora Plurinacional y al representante de RN por el distrito 6, Ruggero Cozzi.
Tomás Duval, historiador y máster en Ciencia Política, desestima un efecto directo en el trabajo de la Convención a causa esta oficialización: «La derecha tampoco es un actor dentro de la CC», afirma. Cristóbal Bellolio, doctor en filosofía política y ex candidato a convencional por el distrito 11, coincide con Duval: «Dentro de la CC no hay nada para mover, está todo jugado». Eso también explica la anticipación con la que se transparentó la posición de Vamos por Chile: «La lectura que hace la derecha es que la suerte ya está echada», dice Bellolio.

Duval hace evidente que el llamado al rechazo no es novedad: «Lo vienen manifestando desde hace un tiempo». Sin embargo, releva el hecho de que el acto se hizo junto a una invitación a continuar el proceso constituyente o a reformarlo. Para él, proponer una tercera vía es complejo desde lo jurídico y también desde lo práctico: «Por ejemplo, explicar las razones del rechazo. Qué es lo que se querría reformar y el nivel de credibilidad que tiene un mensaje de esa naturaleza».
Bellolio, profesor en la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, es tan escéptico como Duval en cuanto a la propuesta de una «tercera vía». En el caso de que la derecha quiera fortalecer la opción por el rechazo, recomienda ir más allá del solo anuncio de la posición en contra de este borrador y realizar un acto en el que se firme un compromiso público con toda la derecha. También, afirma, podría ingresarse un proyecto de norma transitoria al Congreso que exprese una alternativa distinta: «Si no hay algo de esa envergadura, obviamente, mucha gente no les va a creer. Van a preferir votar apruebo y arreglar la carga en el camino antes que parapetarse en el statu quo».
«Significa que el proceso constituyente ya tiene un primer damnificado, pues no se logró conservar a parte de la derecha en el espíritu de aprobar este nuevo texto». Cristóbal Bellolio
Tomás Duval instala este acto como parte de la campaña en la cual hay espacios para trabajar: «En ese sentido se adelantaron, tomando esa opción con un borrador bastante concreto y con las grandes definiciones puestas en el texto». De todas formas, advierte que «faltan los detalles que a veces pueden ser más importantes que el texto mismo».
Cristóbal Bellolio cree que el hecho de que la derecha cierre sus filas con el rechazo significa una importante baja de la derecha moderada, «esa que votó apruebo». El catedrático explica que esa derecha que antes estaba dividida entre el apruebo y el rechazo hoy solo se muestra como una sola «sin ningún disidente» y agrega: «Eso significa que el proceso constituyente ya tiene un primer damnificado, pues no se logró conservar a parte de la derecha en el espíritu de aprobar este nuevo texto».
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La convencional del Frente Amplio Beatriz Sánchez dice que le parece bueno que los partidos empiecen a transparentar sus opiniones oficialmente. Para ella eso despeja el escenario: «Está claro que no quieren los cambios propuestos para Chile, no los querían desde el inicio. Es todo un grupo que se opuso pese a que lo relativizaron. Creo que es evidente hoy que se oponen a que exista una Constitución hecha en democracia».
«Ya que se declaran a favor del rechazo, cómo afecta eso el trabajo que tienen aquí. Si se sabe que van a rechazar, me pregunto: cuál es su rol acá adentro. Son preguntas legítimas que me gustaría que pudieran responder». Beatriz Sánchez (Frente Amplio)
La convencional Constanza Hube (UDI) asegura que las definiciones de los partidos no influyen en el trabajo que aún queda por delante: «Los partidos tienen todo el derecho de plantear sus posturas en sus distintos consejos generales. En nuestro caso, los convencionales constituyentes tenemos un compromiso con todas las personas que votaron por nosotros hasta el 4 de julio».
Desde una vereda política crítica, Marcos Barraza, constituyente por el PC, comentó durante la jornada del sábado que la consigna del rechazo «refleja que en la derecha se impuso la ultraderecha, esa que no quiere que Chile supere los conflictos. La nueva Constitución viene a contribuir a una realidad distinta y es una muy mala noticia que la derecha se oponga y quiera prolongar los conflictos y las tensiones en Chile, porque eso es el rechazo».
Como sea, el cronograma tiene sus fechas definidas y los constituyentes deben seguir su trabajo en el ex Congreso, incluso cuando en las urnas vayan a votar en contra del borrador. Hube explica: «El texto que conocemos está cerrado. Armonización puede hacer algunos ajustes, pero el texto ya está. Lo que queda pendiente es la transitoriedad y en eso tenemos que seguir aportando. Aún queda espacio para indicaciones y después la votación. Para eso tenemos que seguir, más allá de lo que los partidos hayan planteado el fin de semana». Δ